jueves, 3 de diciembre de 2009

Poemas de "La otra cara del sol", Amanda Castro





4

Libertad
la piel de una caricia
y la locura de tus costas
no los hombres ciegos

El odio ha arrancado de los ojos
la retina y el amor se ha dormido
Todo parece triste
triste con la tristeza que sólo aquí
puede verse
triste como mar hecho desierto
las algas muertas
triste como cuando se nace sin amor
y se muere sin conocerlo
Todo se ha reducido
a un odio
la tierra duele como cuando se pierde
la niñez
     o la virginidad


6

Café negro y fuerte
tegucigalpa detrás de un espejo
moviéndose a medio-día
como-sin-voz-s
De vez en cuando una señal
de naufragio
otras sólo la muerte
Parece que todo está desesperado
escondiendo la ternura
detrás del recibo de la luz
Del sol sólo nos queda
este sofocante calor
revés de la esperanza

De vez en cuando
van a la montaña
y sueñan


9

Todos los pormenores
de la angustia se disipan
en tu verso
igual que castillos de arena en el mar

Después
cuando la tarde invade las cosas
se ve la otra cara del sol
todo se queda quieto
igual que las estrellas
todo parece triste y no lo está

Todo leyéndote
la historia entre los brazos
desenterrando algas de tu pecho
bebiéndose
tu savia de molusco


*
a Alexis Ramírez

Con el conque de leerle poemas
me iba arrimando a su costa
hasta que llegó el día
—levar anclas—
y comprendí que se trataba de un bello puerto
—lo de divino, era verdad—
el tiempo pasó corriendo por la ventana

Ni siquiera tengo el pico
como el de pichi
pero algún día
el menos pensado
encontrarás en mis alas algo de su color
ya para entonces
los dos seremos el mar


jueves, 26 de noviembre de 2009

Nota para vos


Bolero

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.


Julio Cortázar
(de Todos los fuegos el fuego)

jueves, 15 de octubre de 2009

Un poema de Óscar Ordónez Lastra


"Vos sabés que no hay palabras..."





25

Te observo.
Sin que puedas verme te observo;
vigilo tu sombra
tu más íntimo momento,
tu misterio cotidiano de la bolsa de la compra
y el horario que marcan los atascos.
Sandalias nuevas y café con donuts a las seis.
    Ahorita te estás bañando
y sin que puedas darte cuenta te vigilo
sin que puedas verme, te observo
y eres un ánfora olvidada bajo la lluvia
y busco deletrearte descifrarte
darte tu extensión,
busco la leyenda púrpura que enciendes en mi entraña y en mi
    Pero como siempre me desvío                              mi nervio.
y formulo planes para gozarte más,
te descubro y desnuda el agua tibia te desborda
y te recorre y te peina y te ordena
los líquenes y muslos de tu jardín secreto
la cabellera                       (los musgos)
de un duende,
el lomo de los búfalos,
la tormenta de mi lengua. El agua se demora en tus pezones
te abrillanta y suaviza los pechos, te reconoce con sus mil otras lenguas.
La espuma del shampoo corona tu cabeza
de algodones y flores del naranjo que es el azahar,
que se deslizan y pierden en el desagüe; vapores
y brumas cubren de vahos el espejo del botiquín.
    Sobre la taza del water
veo tus bragas, tu ropa amontonada sin cuidado,
—y pienso—
es maravillosa tu cenefa a través de los encajes.
   Me desquicias
me turbulentas —palpo el botón de dicha esta en sazón—
flotan perfumes de animal en celo revolcándose
en un estanque. Algo a tierra, algo a madera
algo a mar,
te das vueltas contra la pared
y veo como el agua modela tu cintura,
enrojece tu culo de guitarra;
pero por sobre todo veo el rizo denso
justo encima del botón de tu clítoris
y me dan ganas de entrar
y beber
el líquido que gota a gota se destila
saturado de orín, de sudor, de ovario maduro,
de lubricante, de mineral arrebatado
a tus poros,
y de polvo que quién sabe en qué momento del día
te barnizó; sobre el borde de la bañera —ahorita— levantas
y te acaricias
—con la esponja y el gel— el tobillo rotundo
de catedral en reposo,
el pie y las estrellas de mar de las uñas,
y de repente
te enderezas y me descubres furtivo —alucinado—
me sonríes y espero;
pero me preguntas la hora
justo cuando el tiempo ya no podría
ya no podrá
—voy a llegar tarde— me dices húmeda y chorreante,
—tranquila tranquila— te digo
intuyendo seguro como el cáncer y el bronce
que en algún lugar
alguien adiestra pájaros para que vuelen al fondo del mar
con un edificio atado al cuello,
un martes
un domingo...


viernes, 9 de octubre de 2009

Padre nuestro a San Ernesto de la Higuera





“No porque hayas caído tu luz es menos alta...”
Nicolás Guillén.

Padre nuestro que estás en todas partes,
en el llano, en la sierra y en los montes
en el indio que llora su desgracia,
en el latino que es vilipendiado.
Santificado es ya tu Nombre.

Únenos en tu reino
para poder hacer tu voluntad
así en la tierra como en el cielo,
y más allá del cielo y de la tierra.
Para acabar de una vez con la indigencia
de aquellos a quienes pertenece más tu Reino
y se mueren en grupos
en todas las esquinas de la América
sin que nadie quiera darles
el pan suyo de cada día de hambre y de miseria.

No nos perdones nunca nuestras deudas,
ni perdones tampoco las ofensas
que te hemos proferido pasando indiferentes
ante tanta mejilla abofeteada,
apartando los ojos para no ver tu rostro
en cada humillación desamparada.
Perdónanos si quieres la nostalgia
de no haber nacido en otro tiempo
cuando andabas repartiendo panaderías
y cooperativas pesqueras,
escuelas, hospitales y reformas agrarias.
Perdónanos si quieres la tristeza
de contemplar tu imagen convertida
en estrategia de mercadotecnia,
sirviendo de incentivo a las trivialidades
que siempre despreciaste.

Nunca perdonaremos a tantos que nos deben;
a los que nos privaron de conocerte vivo,
ni a los que han malgastado
treinta años de tu ejemplo.
No nos dejes caer en la tentación
de perdonar a un solo mercader o demagogo
que utilice tu nombre o tu figura
para engordar su infamante bolsillo,
y líbranos del mal de enajenarnos
ante tanta desgracia.

Hasta la victoria siempre.

Amén.



Carlos Rodríguez Almaguer

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La metáfora del rostro


Hace poco terminé la lectura de un libro que es más bien un diálogo epistolar entre Umberto Eco y Carlo María Martini, titulado En qué creen los que no creen y, aunque en su mayoría trata cuestiones éticas y de interrelación entre creyentes y no creyentes, el libro contiene algo que más que llamarme la atención me conmovió, como siempre pasa cuando hurgamos en recuerdos, en mi caso bastante recientes. Se trata de una alusión a eso que Lévinas llamó "la metáfora del rostro", en la cual explica la alteridad del Otro, y ese poder radicado en su rostro donde se manifiesta la miseria, el dolor impregnado en arrugas y cicatrices, la explicación material del sufrimiento de ese Otro al cual estamos suscritos, o como mejor lo explica Eco: "Es el otro, su mirada, lo que nos define y nos forma".
Lévinas en toda su obra nos da a entender esa importancia trascendental que tiene el ser humano frente a otro ser humano y esa necesidad inalienable de mancharnos, impregnarnos, llenarnos y hasta mancillarnos de ese todo que conforma a nuestro Otro. Cada rostro, desde su finitud, desde su existencia concreta, presenta una demanda de comprensión y justicia: una demanda infinita. En este libro Eco cita una reflexión de Italo Mancini que inmediatamente nos remite a esta idea de Lévinas sobre la infinitud de nuestra esencia encarnada en el rostro del Otro y que resume de forma sencilla lo que he tratado de esbozar aquí: la esencia de la vida, el amor, la muerte, y todo lo que subyace en ellos, se ve reflejada en el rostro del Otro, nuestro complemento, el Yo mismo visto a través del espejo.

"Nuestro mundo, para vivirlo, amar y santificarse, no está dado por una teoría neutra del ser, no está dado por los acontecimientos de la historia o por los fenómenos de la naturaleza, sino por la existencia de estos inauditos centros de alteridad que son los rostros, rostros para ser vistos, para respetarlos y para acariciarlos."

domingo, 6 de septiembre de 2009

Canción a Maiakovski



Desde el cuarto alto sonaba la canción que corresponde al video de arriba, cuando me desperté esta mañana e inmediatamente se me vino a la mente ese poema de Maiakovski escrito después de abandonar la celda. Por supuesto que estas relaciones, siempre, tienen su depositario, o depositaria...


¡Qué queréis!
Las páginas
susurrantes
entreabren sus párpados,
y el olor
de la pólvora
insiste
en nuestras fronteras.
Nada nuevo
cae bajo el rayo
cuando uno tiene
más de veinte años.
¿Vamos a entristecernos
por eso?
¿Vamos a gritar que nos hundimos?
La historia con sus aguas bravas,
la guerray las amenazas
están ahí:
nosotros
seguiremos adelante
como una proa en medio del espacio.

Vladimir Maiakovski
de “Poemas 1927-1929”

viernes, 21 de agosto de 2009

Un par de reflexiones sobre el ritmo

El estilo es un asunto sencillo; todo es ritmo. En cuanto lo comprendes, no puedes equivocarte de palabras. Aunque por otra parte aquí estoy, después de media mañana, llena de ideas y de visiones y de cosas así, pero incapaz de verterlas por falta de ritmo adecuado. Esto sobre la esencia del ritmo es muy profundo y va mucho más allá de las palabras. Una visión, una emoción, crean esta ola en la cabeza mucho antes de que surjan las palabras apropiadas. Y al escribir (esto es lo que creo ahora) una tiene que recapturar esto y asentar este funcionamiento (que aparentemente nada tiene que ver con las palabras), de modo que después, cuando se fragmenta y rueda por la cabeza, crea las palabras adecuadas.


Virginia Woolf
(Carta a Vita, 16 de marzo de 1926)

lunes, 10 de agosto de 2009

Un poema de Leonel Rugama



LA TIERRA ES UN SATÉLITE DE LA LUNA

El apolo 2 costó más que el apolo 1
el apolo 1 costó bastante.
El apolo 3 costó más que el apolo 2
el apolo 2 costó más que el apolo 1
el apolo 1 costó bastante.

El apolo 4 costó más que el apolo 3
el apolo 3 costó más que el apolo 2
el apolo 2 costó más que el apolo 1
el apolo 1 costó bastante.

El apolo 8 costó un montón, pero no se sintió
porque los astronautas eran protestantes
y desde la luna leyeron la Biblia,
maravillando y alegrando a todos los cristianos
y a la venida el papa Paulo VI les dio la bendición.

El apolo 9 costó más que todos juntos
junto con el apolo 1 que costó bastante.

Los bisabuelos de la gente de Acahualinca
tenían menos hambre que los abuelos.
Los bisabuelos se murieron de hambre.
Los abuelos de la gente de Acahualinca
tenían menos hambre que los padres.
Los abuelos murieron de hambre.
Los padres de la gente de Acahualinca
tenían menos hambre que los hijos de la gente de allí.
Los padres se murieron de hambre.
La gente de Acahualinca
tiene menos hambre que los hijos de la gente de allí.
Los hijos de la gente de Acahualinca no nacen por hambre,
y tienen hambre de nacer, para morirse de hambre.
Bienaventurados los pobres, porque de ellos será la luna.

jueves, 16 de julio de 2009

Poema erótico-festivo

Si amaras el brillo de mis ojos miopes
mis piernas pálidas
y mis manos sin gracia
quizá estos trayectos matutinos
en el mismo bus amarillo
evocarían cada noche
el viaje del Apolo 11 a la luna
de aquel 69, —año onírico—
con la cruenta lucha de nuestros cuerpos.

sábado, 11 de julio de 2009

Un hombre que no quiso ser cucaracha

Bueno, esta vez me dije: ¿Quién soy yo? Yo soy miembro de la sociedad hondureña. No soy millonario, no soy rico; entonces mi clase, mi gente, son los pobres, son los sencillos. Ahí está mi sitio, ahí está mi trinchera, ahí debo estar. ¿Pero haciendo qué? ¿Haciendo dinero quizá?, un objetivo tan limitado como ese, hacer dinero, me avergonzaría profundamente. ¿Acaso he venido a este mundo sólo a comer? Si esa fuera mi exclusiva misión en la tierra, no me distinguiría en nada de las cucarachas y las hormigas. No, otro debe ser mi deber. Luchar con honestidad, con sinceridad, por las transformaciones que mi pueblo y mi Patria necesitan. Ese y no otro es mi deber como hombre. Ser cada día más hombre y menos cucaracha, y menos hormiga. Tratar de humanizarme a mí mismo y tratar de humanizar al mundo entero.
Esa es mi única misión en la vida.


Andreo Neda

lunes, 15 de junio de 2009

Poemas de Felipe Sáenz

Algo de poesía panfletaria:


No. 20

Te darás cuenta
ya por último
que revolución sexual
y revolución social
vienen siendo las mismas pendejadas.


He aprendido

He aprendido
a lanzar la palabra
más fuerte que este invierno,
copiosamente
como un diluvio de lágrimas
interminables.

He aprendido
-con la serenidad y la mirada fija,
acechante y recia-
a medir largamente la piel
a sentir su inconfundible
y penetrante olor a vida.

He aprendido
a buscar los pasos
confundidos en la arena
y al llegar a la orilla del mar
los he encontrado:
sólo pequeñas huellas
del pie derecho
(y del izquierdo)
pisoteadas por las gaviotas
que precisamente habían hecho
su nido en este sitio.

He aprendido
a balbucear las primeras letras
a pintar señales con los dedos
y a jincar el aire.
Sin embargo recalco,
he aprendido
y es necesario seguir aprendiendo
a luchar todos los días
a sentir la rabia de los caídos
a disparar y estar seguro
que el enemigo se encuentra
agazapado
al otro lado
y que no cesará
de morder esta vida
terriblemente exagerada de pájaros.


Arte turba - Poética

Es levantarse con las manos vacías
y sentir el hambre extrañamente
confundida.
Es lanzar la palabra
al otro lado de la piel
al otro lado de la lengua,
al suelo.

Es sentir el agrio sudor
de los obreros
en los buses atestados de gente.
Es gritar: Pija!!!
Culo!!!
Mico!!!

Es comer gallo pinto
en la fritanguería más palmada del pueblo.
Es la poesía viviente,
atónita
asombrosamente real.
Que incomode terriblemente
a los que se han posesionado de ella,
a los subestimadores
de los nuevos iniciados.

Es estar plenamente seguro
que la poesía
no es, ni será nunca
una receta culinaria burguesa.

(Ruego a las santas ramas que Espinal nunca llegue a este sitio XD)


No. 25


Aprendemos en esta guerra
que la soledad de los disparos
y la muerte
siempre nos acompañan.


Muchacha

Muchacha, cuando duermas
y en tu almohada
escondas las manos
que tocaron mis manos;
sueña,
que la guerra del pan y la leche
buscará tus manos.
Entonces, quizás despiertes
con alguna furia de esperanza.


Granada K.M. 25

Lancemos este canto sonoro
y en fragmento de hambre
y de miseria
asaltemos la aurora de la guerra.

(Sí, todos los títulos son así jaja)
Fusil

El grito de una boca.
El grito de un niño

...que resuena,
en el espeso humo de la guerra.


La última guerra


Ustedes, que en esta guerra
no hicieron nada por el pueblo
y alzaron el puñal
a la altura de nuestros ojos.
Que vieron en la noche
un mar de sangre
y de huesos
y seguros abrazaron la mano del tirano.

Ustedes, pobres animales
domados por el miedo,
que no alcanzaron el canto verdadero
de estos nuevos días
y que no se sabe
qué se hicieron sus nombres.

Ustedes que sonrieron
al hambre de sus hijos
y que infelices
nunca encontraron
el verdadero camino
de los hombres.

Ustedes, entretenidos en el olvido,
hermanos asesinos,
soldados del engaño.

Ustedes no volverán.
Se los aseguramos
llorosos de alegría
a 20 años
a 40 años
a 80 años
de nuestra victoria
a florecer en estos campos.
Porque este es el último cementerio
de sus generaciones.


No. 15

Odio la guerra del amor
porque se justifica científicamente
y tiene sentido
cada disparo
y cada muerto.

domingo, 7 de junio de 2009

Nota-espejo para hoy

"Los pájaros aletean y se agitan en mi ventana. En su mayor parte se trata del gorrión común, la gallina doméstica. No importa. Cuando no estoy enferma de desesperación, estoy muy excitada.
Pregunto, ¿cuándo vuelves? ¿cuándo dejaré de escribirte? Nuestros planes para las vacaciones vuelven a estar sobre el tapete. Sólo Dios sabe cuándo saldremos, pero no quiero estar revoloteando por la Provenza cuando estés aquí.
Sí, queridísima Vita, te echo de menos. Pienso en ti. Tengo millones de cosas, no tanto para decirte como ahogarte en ellas."


Virginia Woolf

(Diario íntimo, 15 de septiembre, 1926)


viernes, 5 de junio de 2009

Entrevista a Silvio Rodríguez

De chico quería ser astrónomo o astronauta, pero sus canciones lo llevaron a ser el músico más identificado en el mundo con la Revolución Cubana. En 1978, Silvio Rodríguez viajó por primera vez a Estados Unidos para actuar junto al músico Pete Seeger. Este 5 de mayo, Seeger cumplía noventa y Rodríguez fue invitado a participar de la celebración, pero el gobierno de Estados Unidos no le concedió la visa y no pudo viajar. Mientras termina de grabar su nuevo disco, el músico aceptó dialogar con Crítica de la Argentina sobre este y otros temas.

–¿Qué sucedió?

–Fui invitado por la familia de Seeger a un homenaje. Pedimos una visa especial que Estados Unidos da para acontecimientos culturales, pero no llegó nunca.

–Si, en vez de pedir la visa, se hubiera lanzado al mar en una balsa, ¿lo habrían dejado entrar?

–No sólo me hubieran dejado entrar, ¡me hubieran exhibido como trofeo!

–¿Cómo funciona el sistema migratorio para los cubanos?

–Según la “ley de ajuste cubano”, los emigrantes ilegales cubanos interceptados en el mar son devueltos a Cuba, pero los que logran pisar tierra adquieren el derecho a la residencia. Somos el único país al que se le aplica esta ley. Es un concurso macabro que les ha costado la vida a muchos.

–¿Y a los cubanos que quieren salir de Cuba, los dejan?

–Para salir o entrar, hace falta un permiso especial del gobierno. Es una medida que se tomó a principios de la Revolución, como control de fronteras. En mi criterio es obsoleta, daña mucho a Cuba y debería ser eliminada.

–¿Por qué Hilda Molina no puede viajar a Buenos Aires?

–No lo sé. Si fuera por mí, hace mucho que estaría donde desea.

–Obama habló de un diálogo con Cuba. ¿Cree que es posible?

–Sé de la disposición de diálogo del gobierno cubano y de las manifestaciones presuntamente conciliatorias de Obama. Si hubiera un diálogo, debería ser respetuoso y en condiciones de igualdad. Cuba es un símbolo de dignidad y América Latina le está haciendo ver a Estados Unidos su disconformidad con el bloqueo.

–¿Cuáles son las consecuencias del bloqueo?

–El estrangulamiento del comercio y de la economía, la pérdida de miles de millones de dólares, no poder hacer transacciones con bancos que tengan relaciones con Estados Unidos. Nos niegan los créditos y el acceso a la tecnología. No podemos comprar equipos médicos, computadoras y ni siquiera micrófonos. Nos borraron hasta de los mapas de las líneas aéreas. Esta hostilidad lleva medio siglo y todavía dicen que lo hacen para ayudar al pueblo.

–¿Qué pasaría si Obama levantara el bloqueo?

–Cuba no sólo es lo que ha elegido, también lo que ha podido, con la enemistad de un poder exterior grande y cercano. Pero hay un punto en el que acordamos: Cuba debe cambiar, evolucionar. Lo dice la dirección de la Revolución, lo dice Obama, lo dice el pueblo y también la oposición. Lo único que generará ese cambio con rapidez es el levantamiento incondicional del bloqueo. Lo que ocurra será lo que merecemos los cubanos por ser como somos y no porque nos lo imponen.

–Estados Unidos habla de “democratizar” Cuba. ¿Sería más democrática con otros partidos?

–Democracia es el gobierno del pueblo, pero el pluripartidismo no garantiza per se que los pueblos se gobiernen. Sobran ejemplos de países con varios partidos y que ninguno defiende las razones populares: mandan los políticos comprometidos con las oligarquías. ¿Cómo se identifica la democracia con la defensa de los intereses de los ricos? Haciéndoles creer a los pobres que un día van a ser ricos. Lo que hace falta es más voluntad de hacer justicia.

–Vi más oposición y reclamos entre los jóvenes. Los mayores parecían estar mucho más identificados con la Revolución. ¿Es así?

–El trastrueque de llamar reaccionaria a la izquierda y progresista a la derecha empezó en el sindicato Solidaridad y la Perestroika; el derrumbe del muro de Berlín lo canonizó. Es lo que el consorcio ideológico capitalista escupe vía satélite y Occidente mitifica como “políticamente correcto”. Los movimientos de liberación ahora son “terroristas” y los que derribaron un avión comercial son “combatientes anticastristas”. A los jóvenes les tocó una época en que algunos principios fueron cambiados de bando. Los vencedores renombran el mundo a través de sus medios. Hay muchos jóvenes que creen en los fundamentos revolucionarios y saben que el socialismo es más justo. Sin embargo, el mundo es diferente del de aquellos jóvenes que emprendieron la Revolución. Hablemos de internet: no se puede decir que sea mala porque haya páginas en contra del gobierno. De otros socialismos aprendimos que el autoaislamiento es un falso remedio destinado al fracaso. Por desigual que sea, Cuba debe asumir la confrontación. Que la gente alquile señales de satélite y vea los canales. Enfrentar eso con realismo nos puede preparar para cuando no exista el bloqueo. Si la política para el acceso a la información es acertada, los jóvenes estarán orgullosos de su país.

–Un cubano que vive en Buenos Aires me decía que reconocía los logros, pero lo sofocaba el discurso único: “Pongo la televisión y está Fidel. Y en la radio, ¡basta de Silvio!”. ¿Qué le respondería?

–Que sus palabras las provocó una Cuba pasada. Hace tiempo que Fidel sólo se pronuncia por escrito. En los 80, decían: “Silvio primero estuvo prohibido y ahora es obligatorio”. Pero hoy me ponen poco. No me quejo, prefiero estar prohibido: te quieren más.

–En el centro de La Habana vi una gigantografía con la cifra de niños que mueren cada año en el mundo por desnutrición, y decía: “Ninguno es cubano”. ¿Cree que los más jóvenes saben que afuera las cosas son diferentes?

–José Ingenieros escribió hace un siglo: “Joven es el que no tiene complicidad con el pasado”. Es natural que los jóvenes exijan a partir de lo que tienen. Y es un deber de la sociedad contarles a las nuevas generaciones la historia y decirles cómo es el mundo.

–Usted empezó a militar con apenas 14 años, en las campañas de alfabetización. ¿Cómo fue eso?

–Hacerme hombre en las circunstancias extraordinarias de la Revolución fue una gran oportunidad para tener una juventud interesante. ¿Dónde más podía ser parte de una generación que postergó sus estudios para alfabetizar? El tiempo que pasé con los pescadores de la Flota Cubana de Pesca y las dos veces que fui a Angola durante la guerra fueron también experiencias muy especiales.

–Usted es identificado en el mundo como el músico de la Revolución. ¿No es una carga, a veces?

–Es una carga si me asalta la vanidad y me dejo picar por el bicho pequeñoburgués de creerme más allá de todo. Pero la mayoría de las veces no y, aunque me duela, asumo que mi karma es la interrogación política. El trovador que he sido siente celos del entrevistado que seré y quizá por eso compongo menos.

–¿Cómo conoció a Fidel?

–Oí hablar de él por primera vez en 1953, cuando asaltó el cuartel Moncada al frente de otros jóvenes. Lo conocí en 1984, después del primer viaje que hicimos a la Argentina.

–¿Y cómo es, más allá del personaje?

–Es un hombre muy cordial, aunque a mí siempre me impresionó. Por eso he sido parco en su presencia. La última vez que lo vi, me tocó la frente y dijo: “Cuánto me gustaría saber lo que pasa por ahí dentro”. Semejante expresión no me soltó la lengua. Siempre lo he visto como la figura histórica que es y, en las pocas ocasiones que estuvimos cerca, no he logrado obviar su trascendencia. Puede ser que por eso me lo haya perdido un tanto.

–¿Cómo están la economía y los salarios en Cuba, luego del “período especial”?

–Ha mejorado el transporte, los apagones casi no ocurren, hay más canales de televisión, pero los tres ciclones del año pasado nos hicieron mucho daño. Los salarios son bajos y no alcanzan, aunque al sueldo hay que sumarle la total gratuidad de la salud y la educación, y el casi regalo de la cultura, los libros, los deportes. A todas las familias se les entrega, a precios muy bajos, una parte de la canasta básica. Sin embargo, habría que revisar medidas que en su momento fueron buenas y hoy son insuficientes, teniendo en cuenta lo pobres que somos y lo limitados que estamos.

–¿Cuál es el límite entre habilitar una mayor iniciativa privada y correr el riesgo de volver a una sociedad desigual e injusta?

–Esa pregunta es para Dios. Algunos socialismos se pudrieron buscando justamente esa frontera. Yo creo que la perspectiva que no se puede perder es que el gobierno esté junto a los más necesitados.

–Usted debe de generar mucho dinero con sus canciones. ¿Cuánto es para usted y cuánto es para el Estado?

–Yo empecé sin saber que podía ganar dinero en un concierto. El que mejor me lo pagaron, en los años de mayor auge, fue el de Chile con Irakere en 1990. Era una cantidad que no habíamos visto ni en sueños y con Chucho Valdés decidimos destinarla a la construcción de estudios de grabación, que hacían falta en Cuba. La música popular es un negocio sobredimensionado y puedes ganar mucho. Pero hace años que apenas hago giras comerciales y hace tres que no saco un disco. Nunca recibí grandes liquidaciones.

–¿Cuándo se dio cuenta de que la música y la poesía iban a ser su vida?

–En mi adolescencia me interesaba ser dibujante de historietas, pero mis amigos y mi familia me hicieron ver que lo que componía podía interesar. Un día, cuando estaba por salir del servicio militar, conocí a Mario Romeu, un gran músico cubano que me llevó a la televisión.

–¿Recuerda cuáles fueron su primera canción y su primera guitarra?

–Mi primera canción fue a capela y se llamaba “El rock de los fantasmas”. La primera guitarra que tuve entre manos fue la de Lázaro Fundora, un compañero de trabajo, cuando yo tenía quince años.

–¿Qué músicos fueron los que más lo influenciaron?

–Por mi familia materna, cantadora de la trova tradicional, escuché desde la cuna a Sindo Garay, Manuel Corona y Miguel Matamoros. En los años cincuenta, Elvis Presley sonó mucho en La Habana, aunque me gustaban más las baladas de Johnny Mathis. De mi adolescencia recuerdo al grupo Los Astros de Raúl Gómez, El cuarteto de Meme Solís, Danny Puga, Luisito Bravo. De la Argentina, a Los Cinco Latinos, y de Europa, a Charles Aznavour. Pero creo que lo que más me ha influenciado es la música clásica. Desde niño, es lo que más escucho.

–¿Por qué se define como trovador, y no como músico o cantante?

–Trova es la música cantada que primero me llegó, hecha por los autores más afines a la manera de entender la canción que yo tuve, que no descuidaba lo literario. También preferí llamarme así por una razón de clase: en los años sesenta, los trovadores eran los músicos más devotos y peor pagados.

–Cuarenta años después de la Nueva Trova, ¿hay una “nueva” trova joven en Cuba?

–Cada vez que averiguo, descubro gente nueva y valiosa. El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, de La Habana Vieja, les ha dado un patio para que canten y ha grabado sus conciertos. Su colección de discos “A guitarra limpia” es un documento imprescindible para saber cómo piensa y canta la trova cubana de hoy.

–¿Le gusta Celia Cruz?

–No hay cubano con sentido del oído que no la haya escuchado con admiración.

–Usted le escribió varias canciones al Che. ¿Cuál le gusta más?

–La primera que le hice: “La era está pariendo un corazón”.

–En “El reino de todavía” canta que “nadie sabe qué cosa es el comunismo”. ¿Qué es el comunismo?

–Yo creo que el comunismo es el deseo de construir un mundo mejor para las mayorías que han llevado el peso de las sociedades. Supongo que, una vez conseguido el paraíso, habrá que rehacerlo, porque –por lo circunstancial de nuestras acciones o la inconformidad de la naturaleza humana– la vida suele tirar hacia delante.

–¿Está grabando un nuevo disco?

–Sí, se llama Segunda cita. Lo concebí para trío acústico. Por eso participan tres magníficos jazzistas: Roberto Carcassés en el piano, Feliciano Arango en el contrabajo y Oliver Valdés en la batería. Niurka González aporta flauta y clarinete. También invitamos a algunos metales y el tema titular lleva cuerdas. Hay una “Carta a Violeta Parra”, una canción inspirada en un cuento que me hizo García Márquez y otra dedicada a Charles Lloyd. En esta última toca el saxofón José Carlos Acosta, que hace un solo breve pero impresionante. Varios textos tienen que ver con las inquietudes de la Cuba actual. En principio incluí una canción basada en un bello poema de Víctor Heredia, pero ahora me lo estoy guardando para un trabajo futuro con otros autores.

–Al principio de la Revolución, hubo persecuciones contra los homosexuales. ¿Por qué fue posible aquello mientras se proponía, justamente, acabar con la opresión?

–Por ignorancia, machismo, prejuicios heredados. Es más fácil cambiar un sistema político que una cultura ancestral. Tiene que ocurrir mucha educación humanística y sucederse generaciones para que tanta mugre incrustada se diluya. Con el asunto racial sucede parecido.

–¿Qué opina usted sobre la propuesta de Mariela Castro de legalizar el matrimonio gay en Cuba?

–Me parece correcta. Hace justicia.

–Usted, que ha dedicado tantas canciones a tantas causas justas, ¿escribiría una para los gays y lesbianas que luchan contra la discriminación?

–Quizás algún día lo consiga. Escribí dos canciones sobre la homosexualidad, pero no quedé conforme con ninguna. También compuse “El sol no da de beber”, que aunque no tuvo esa motivación ha sido interpretada por ahí. Sabiendo eso, en ocasiones la he presentado con ambigüedad. Creo que no la traiciono, porque la provocó un amor que, como el de algunos homosexuales, tenía que esconderse para sentirse realizado.

sábado, 30 de mayo de 2009

La nueva Constitución de la República


Por Allan Mcdonald



Buenas tardes
Amigos y amigas,
Compañeros y compañeras.
Buenas tardes Señor Presidente.
Invitados especiales.

Quiero dedicar este premio a mi madre Leticia, y mi mundo, que nació en abril. Hoy quiero agradecer al Presidente porque sí me consultó para recibir o no este premio, y desde luego voté en la urna que dice que sí, porque ¿cómo no comulgar con Clementina Suarez, con el pensamiento, con la vida autentica de una pionera de los derechos negados de la mujeres, con una excéntrica escritora, amiga de las luces y compañera de los procesos rebeldes en Centroamérica? ¿Cómo no creer en la que cambió los paradigmas de conductas de un país que se ahogaba en sangre? ¿Cómo no voy a agradecer a doña Clementina que dio exilio de protección a mi padre, un revolucionario místico, un pintor sin éxito por los salones burgueses de la pintura? ¿Cómo no agradecerle a ella que cubrió la vida de mi padre en los años del gorilato?
Por eso recibo este galardón, porque clementina Suarez perteneció
al pueblo. Y en nombre de ese pueblo quiero proponer mi nueva constitución:



Para comenzar…

• Queda derogado el primer artículo de la constitución. Esa farsa de que somos un Estado independiente y de que todos los hondureños somos iguales ante la ley.

• Quedan derogados los serviles, los que siempre han gastado tinta y papel para frenar los obligatorios cambios en la Patria.

• Quedan derogados los políticos que con los dineros del pueblo llevan subsidios a sus empresas y compran carros con dispensas falsas.

• Quedan derogados los hombres de mala voluntad que creen que sólo ellos existen y que el pueblo es un andamio de huesos que les estableció sus vidas de millonarios.

• Quedan derogados los artículos pétreos, quedando en su lugar los artículos de primera necesidad como los frijoles y las tortillas.

• Quedan proscritos los rótulos “prohibido la entrada a los particulares” o “el cuidado con perros bravos”

• Quedan derogados los conserjes de los empresarios y en su lugar los nuevos carteros llevarán cartas de esperanza a los pobres.

• Quedan derogados los falsos profetas que mienten desde los altares, asesinan con sus omisiones y burlan el futuro con sus oraciones hipócritas.

• Quedan derogado el tribunal superior de cuentos y en su lugar se pondrá un tribunal superior de novelas, porque se quedan cortos con sus narraciones de ficción en el que sólo los pobres delinquen.

• Queda decretada en la FENAFUTH la prohibición de invertir más dinero en inflar egos y en subsidiar visas falsas, y que los nuevos ídolos del fútbol saldrán de las bellas potras que se jueguen en las tardes polvorientas de los arrabales.

• Queda decretado que a partir de hoy el Congreso Nacional sesionará en las miserables casitas de los tolupanes.

• Quedan derogadas las dispensas de carros de lujos y vigentes, para bicicletas, carretas de bueyes, carritos de perros calientes y trocos.

• Queda aprobado que ningún político transportista vaya al Congreso porque seremos arrollados por buseros sin corazón.

• Queda prohibido que en el jardín de la democracia se vuelvan a sembrar flores con espinas demagógicas, ni pavimentar callejas con el oro robado. También queda prohibido que ramos floridos con venenos vuelvan a regir los destinos de las universidades. También será prohibido que los frutos maduros que rápidamente se pudrieron en el jardín de la historia, y brujos diestros en cobardía vuelvan con sus de vírgenes perpetuas al poder.

• Por decreto irrevocable, queda prohibido que la demagogia se de en pepe a los niños y niñas, y que la democracia no crea en santos que orinan.

• Quedan derogados todos aquellos que dicen que el incremento al salario mínimo es un golpe institucional, como si fueran más importantes las pilastras de mármol y granito que el clamor humano de millones de pobres.

• Quedan derogados los cuadrados de espíritu que creen que la ley está por encima de las necesidades reales del ser humano. Hace más de 2000 mil años de Historia el sábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado.

• Quedan nombrados como próceres permanentes de la Patria todos los inmigrantes que se juegan su vida por encontrar el futuro en otras tierras, y ayudan con sus esfuerzos diarios a sanear los números grises de nuestro país, sin los ademanes de los respetados emprendedores.

• Queda decretado que Palmerolo, el humilde burrito, será el sustituto del caballo invasor de los españoles que asesinaron a Lempira.

• Quedan desterrados de este país -tripulando la nave del olvido, hacia el triangulo de las bermudas-, aquellos que con sus pasaportazos, chinazos, sextos juegos deportivos, lechazos, lapizazos, arrozazos, petrolazos y visazos y todos aquellos, se inventaron la democracia mercantil.

• A partir de esta lectura queda vigente la esperanza y los sueños, el amor, la fraternidad, y la solidaridad con los más olvidados, quedando terminantemente prohibido llamar ganancia al robo y plusvalía a la gente.

• Queda derogado que no vuelva a crecer más la flor del imperio, ni la flor de Vietnam en el Valle de Comayagua. A partir de la fecha, Palmerola será declarado Patrimonio Nacional.

• Queda decretado que los obispos no sean monaguillos de los intereses de los poderosos y no olviden ni a los carpinteros ni a los pescadores; porque su líder, el más grande hombre, tenía el color del sudor de los hambrientos y no el color purpura de los cardenales.

• Por decreto constitucional, se ordena a los ministerios siguientes, que a partir de la fecha: El ministerio de cultura hará actos de lectura del poema “los pobres” en las catedrales del consumismo, en todos los Malls habrá poesía y menos policía.

• Se decreta que el ministerio de salud hará campañas de vacunaciones masivas, para que ningún corrupto se quede sin la vacuna que llevará la dosis sanguínea de Trinidad Cabañas. Así evitaremos la peste de la gripe porcina.

El incumplimiento de este decreto nos pone en riesgo de que en poco tiempo, este país sea el nuevo Macondo, en el que todos nuestros hijos nazcan con colas de cerdo.

• A partir de la fecha, se da instrucciones al Banco Central de Honduras, que desde este momento, se emitirá el billete de mil lempiras con los rostros de Visitación Padilla y Lorenzo Zelaya.

• Se decreta que a partir de hoy, el Ministerio de Comercio exportará políticos conservadores, para aumentar el producto externo bruto.

• Se decreta que a partir de hoy, el Ministerio de Educación, cree la siguiente Carrera de Honestidad a los empresarios. A distancia… pues cuanto más lejos, mejor…

• Sólo un artículo será pétreo, será intocable: Que todos los niños y niñas de Honduras tengan derecho a comer.

•Si por casualidad me van a dar aplausos, prefiero que por favor levanten la mano para que quede aprobada la nueva constitución de la República de Honduras.



miércoles, 29 de abril de 2009

Poemas de María Eugenia Ramos



Elegía

No mueras,
te amo tanto.
César Vallejo

Aunque sea igual que siempre
y quisiéramos decirle a un ser humano
"hermano, te amo tanto"
cuando ya no puede escucharnos;
aunque la impotencia nos convierta
en árboles vacíos
igual que si un rayo nos tocara,
quién sabe cuánto tiempo
andaremos buscando,
regando los rincones
como si esperáramos
que germinen semillas,
hasta que un día
nos deslumbre la certeza
de que ellos están vivos
y nosotros somos los muertos.


Retrato

En este país
vive un viejo de ochenta años,
enfermo, casi sordo,
lleno de rituales y afectos.

Con su andador de niño
va de su cuarto al comedor,
pelea con su mujer y con las nietas,
va al patio, regresa.

Desde su escritorio
sueña con un país mejor,
el verdadero,
se conmueve, se indigna
y con la furia de su espera
lanza páginas en llamas
contra los enemigos de la Patria.


La llama eterna

Cuando esta llama explote
dejará de ser luz
y se hará fuego.
Un viento fuerte
barrerá las llamas de las velas.
Regresarán las ramas secas
a la tierra,
se agrietará el planeta
y un volcán amarillo
será todo el continente
hasta estallar
-fogonazos de sol,
cristal fundido,
lava a presión bañando el cielo-
para que no se sepa
qué color era el mar
y se olvide la medida de la noche.
Después lloverá
como en la biblia,
se inundarán de pájaros los patios,
despuntará lo verde
y será eterna
la llama del amor que será nuestro
como el pan de la tierra liberada.


Una larga playa

... la larga playa de la espera...
Gioconda Belli


Hermanos, de ustedes
yo no conozco nombres,
ni la forma de andar,
ni los amores grandes o pequeños.

Sólo esta muerte,
esta estrella incendiada
que me arde desde lejos,
esta ola de sangre
que me empuja
contra los arrecifes
de tiempo y agua.

Estoy aquí,
obligada a guardar la verdad
avariciosamente
para mí sola,
aunque ustedes me enseñaron
que es necesaria para todos
como el pan
y la luz de los domingos.

Siempre nos han vendido promesas.
Al fin hemos aprendido
que la felicidad tiene su plazo.

Con la sangre de ustedes
hemos pagado la primera cuota.


Riesgo

Asumir la ternura
como deber histórico
es igual que volver
de un largo viaje,
mirarlo todo,
probar el temple
de la carne y el alma,
identificar el olvido
con la muerte
y decidir quedarse
quedarse
quedarse
y transformar
el corazón vagabundo,
hacerlo sólido,
creador legítimo de estrellas
aunque se rompa en el intento.


El otro lado del mar


Vos te fuiste en agosto
y no supiste nada de la estrella
que me bañaba por dentro,
ni de las multitudes
que de noche
me quitaban el aire para respirar.

Vos te fuiste en agosto
y me dejaste armando situaciones,
patentando rompecabezas
y resolviendo problemas de ajedrez
para seguir amándote.

Porque creo en mi pueblo
estoy en guerra.
Porque creés en tu pueblo
estás en guerra.
Porque estamos en guerra
me enamoré de tus virtudes
y vos de mis defectos.

Supe
que hacer la revolución
es ser paciente
para anudar
uno tras otro
los recuerdos difusos
las conversaciones inconclusas,
los silencios rotos,
el agua derramada,
los años perdidos,
la tierna infancia,
el trabajo duro.

El amor.

Simplemente.

Te quiero.
Me da lástima sólo
que no sepás
que con todos mis defectos,
y aunque resulte paradójico,
estoy mucho más cerca
de mi pueblo
para encender las puntas
de su estrella.

(Para vos, hasta tus lejanías)


(de Porque ningún sol es el último, 1989)




domingo, 19 de abril de 2009

Mis impresiones sobre la V cumbre de las Américas y etcéteras

Cuando supe la noticia de que Obama había permitido el envío de remesas de los cubanos radicados en E.U.A., y la liberalización de los viajes hacia Cuba me sentí indignada, porque quizá mi actitud y mi postura está muy parcializada y es hasta inevitable. Lo vi como que el tipo simplemente estaba dando "limosnas" para mitigar la situación real en las relaciones entre ambos países. Desde el inicio de su campaña, nunca me sentí completamente convencida de él y, al contrario, lo veía como un cabrón reaccionario socialdemócrata que a fin de cuentas y como dijo Sabina "defraudará como defraudan todos."

Tampoco voy a negar la "campaña subversiva de oposición" (risas) que aplicamos, de enviar correos masivos, incluso hasta repartir comunicados en la ciudad y la universidad, tratando de que la gente viera que ahí había "gato encerrado", sabiendo que eso no iba a tener ninguna funcionalidad ni repercusión. Incluso, en son de broma con mis amigos, les decía que realmente a lo mejor el tipo era "el anticristo" como señalaban algunas esferas, porque me sorprendía la conmoción que causaba (incluso mi madre se emborrachó de dicha); que hasta en países como Kenia, allá en la cola del mundo, festejaban como propio su triunfo.
Luego, cuando vi la foto de arriba en el periódico y el resto de los medios, lo primero que pensé fue "esta onda es el fin del mundo" sobre todo al escuchar su discurso aclaratorio que, paradójicamente, se difundía reclamando por los derechos humanos en otros países, buscando juzgar y hasta cambiar el planteamiento de sus líderes por crímenes en los que ellos llevan la delantera, siendo los verdaderos y más grandes verdugos del mundo entero. Me sentí tan perturbada, que hasta me insolé.
Pero reflexionando mejor toda esta tarde ajetreada, llegué a la conclusión que la cosa no estaba tan mal. Y si en dado caso el tipo se descubre como un farsante, no se va a negar la revolución mental y visionaria que vino a causar. Siempre he creído que estas posturas -que son intrínsecamente perjuiciosas-, como estos gobiernos pseudo socialdemócratas que buscan barnizar todo un territorio de lamentos con migajas y, por otro lado, regímenes fascistas como el de Bush, son los que dan las coyunturas en pos de verdaderos cambios. En resumen, si Obama termina desilusionando, va a causar un colapso tan grande lanzando a la gente desde las más serias alturas, que producirán golpes severos y profundos, y se va a recrudecer no sólo el odio de clase sino el deseo de luchar en contra de las desigualdades. En fin, por mucha por muy democrático que sea Obama, los gringos van a seguir siendo los gringos. Y estoy casi segura que Obama va a hacerle honor a ese apelativo de "imperior" con una política duramente imperialista.

Tuve limitantes, pero traté de seguir, aunque escuetamente, el desarrollo de la V Cumbre de las Américas. Escuchar el discurso previo del Comandante y Presidente de Cuba Raúl Castro que, extra de hacer un análisis sobre la crisis financiera mundial, dio una crítica férrea y concisa al sistema capitalista (en los últimos tres días estuve recluida sufriendo al escuchar charlas oenegeras y otras mismas chisterinas, y realmente necesitaba una buena dosis de Verdad) fue la mejor de las aperturas que se pudo hacer para la Cumbre. Mel anduvo de pitiyankee disfrazado. El resto de los discursos nos los pude escuchar.

Aunque no hubo unanimidad al finalizar la cumbre, no sé por qué pero me quedé con un halo de positivismo. Creo que, y no sólo simplemente por la cumbre, se está sajando el camino hacia una América Latina verdadera. Quizá ni yo misma llegue a ver tales cambios, pero hoy tengo una noción que en el pasado no tenía.

El hecho de que Hugo Chávez le haya regalado a Obama el libro Las venas abiertas de América Latina -una biblia para todo latino-, viene ya en este momento de la tarde en que veo la situación de manera más clara, a confirmar y a agrandar el orgullo hacia nuestro líder bolivariano, que -y estoy segura de ello-, logrará la unión de Latinoamérica; que será el motor para la fortaleza de todos estos países, y que será recordado junto a Fidel y todos aquellos que den sus vidas por estas tierras, como los héroes que lucharon contra el imperio del mal, el vicio y la mentira. Obama seguramente ni va a leer ese libro. Para qué pues, si él tiene su propia doctrina Monroe y su Destino Manifiesto.

lunes, 6 de abril de 2009

Fragmentos de "El vizconde demediado"

"... eso es lo bueno de estar partido: el comprender en cada persona y cosa del mundo la pena que cada uno y cada una tiene por su propia incompletez. Yo estaba entero y no entendía, y me movía sordo e incomunicable entre los dolores y las heridas sembrados por dondequiera, allí donde, de entero, uno menos se atreve a creer. No soy yo sólo un ser cortado y arrancado, sino tú también, y todos.
Y ahora yo tengo una fraternidad que antes, de entero, no conocía: con todas las mutilaciones y faltas del mundo."




Italo Calvino

miércoles, 1 de abril de 2009

Poemas de John Keats

(1795 - 1821)


Oda al otoño

Estación de las nieblas y fecundas sazones,
colaboradora íntima de un sol que ya madura,
conspirando con él cómo llenar de fruto
y bendecir las viñas que corren por las bardas,
encorvar con manzanas los árboles del huerto
y colmar todo fruto de madurez profunda;
la calabaza hinchas y engordas avellanas
con un dulce interior; haces brotar tardías
y numerosas flores hasta que las abejas
los días calurosos creen interminables
pues rebosa el estío de sus celdas viscosas.

¿Quién no te ha visto en medio de tus bienes?
Quienquiera que te busque ha de encontrarte
sentada con descuido en un granero
aventado el cabello dulcemente,
o en surco no segado sumida en hondo sueño
aspirando amapolas, mientras tu hoz respeta
la próxima gavilla de entrelazadas flores;
o te mantienes firme como una espigadora
cargada la cabeza al cruzar un arroyo,
o al lado de un lagar con paciente mirada
ves rezumar la última sidra hora tras hora.

¿En dónde con sus cantos está la primavera?
No pienses más en ellos sino en tu propia música.
Cuando el día entre nubes desmaya floreciendo
y tiñe los rastrojos de un matiz rosado,
cual lastimero coro los mosquitos se quejan
en los sauces del río, alzados, descendiendo
conforme el leve viento se reaviva o muere;
y los corderos balan allá por las colinas,
los grillos en el seto cantan, y el petirrojo
con dulce voz de tiple silba en alguna huerta
y trinan por los cielos bandos de golondrinas.



A Reynolds II

«Me inspiró estos pensamientos, mi Querido Reynolds, la belleza matinal,
que incitaba al ocio. No había leido ningún libro, y la mañana me daba razón. En nada pensaba sino en la mafiana, y el Tordo afirmaba mi acierto, pareciendo decir...»
(Carta a Reynolds, febrero 1818)


¡Tú, a cuyo rostro el viento de invierno se ha acercado
y que has visto las nubes de nieve entre la bruma
y entre heladas estrellas, olmos de negras cimas!
Para ti, primavera será tiempo de mieses.
Tú, que por libro único has tenido la luz
de supremas tinieblas con que te alimentaste,
noche tras noche, cuando lejano estaba Febo:
te será primavera una triple mañana.
¡Oh! No te desazones por el saber. Ninguno
tengo yo y mis canciones con el calor me brotan.
¡Oh! No te desazones por el saber. Ninguno
tengo yo, mas la tarde me escucha. Quien se apene
pensando en la indolencia, nunca será un ocioso,
y muy despierto está quien se crea dormido.



Oda a la melancolía

I
No vayas al Leteo ni exprimas el morado
acónito buscando su vino embriagador;
no dejes que tu pálida frente sea besada
por la noche, violácea uva de Proserpina.
No hagas tu rosario con los frutos del tejo
ni dejes que polilla o escarabajo sean
tu alma plañidera, ni que el búho nocturno
contemple los misterios de tu honda tristeza.
Pues la sombra a la sombra regresa, somnolienta,
y ahoga la vigilia angustiosa del espíritu.


II
Pero cuando el acceso de atroz melancolía
se cierna repentino, cual nube desde el cielo
que cuida de las flores combadas por el sol
y que la verde colina desdibuja en su lluvia,
enjuga tu tristeza en una rosa temprana
o en el salino arco iris de la ola marina
o en la hermosura esférica de las peonías;
o, si tu amada expresa el motivo de su enfado,
toma firme su mano, deja que en tanto truene
y contempla, constante, sus ojos sin igual.


III
Con la Belleza habita, Belleza que es mortal.
También con la alegría, cuya mano en sus labios
siempre esboza un adiós; y con el placer doliente
que en tanto la abeja liba se torna veneno.
Pues en el mismo templo del Placer, con su velo
tiene su soberano numen Melancolía,
aunque lo pueda ver sólo aquel cuya ansiosa
boca muerde la uva fatal de la alegría.
Esa alma probará su tristísimo poder
y entre sus neblinosos trofeos será expuesta.



A una urna griega

Tú, todavía virgen esposa de la calma,
criatura nutrida de silencio y de tiempo,
narradora del bosque que nos cuentas
una florida historia más suave que estos versos.
En el foliado friso ¿qué leyenda te ronda
de dioses o mortales, o de ambos quizá,
que en el Tempe se ven o en los valles de Arcadia?
¿Qué deidades son ésas, o qué hombres? ¿Qué doncellas rebeldes?
¿Qué rapto delirante? ¿Y esa loca carrera? ¿Quién lucha por huir?
¿Qué son esas zampoñas, qué esos tamboriles, ese salvaje frenesí?

Si oídas melodías son dulces, más lo son las no oídas;
sonad por eso, tiernas zampoñas,
no para los sentidos, sino más exquisitas,
tocad para el espíritu canciones silenciosas.
Bello doncel, debajo de los árboles tu canto
ya no puedes cesar, como no pueden ellos deshojarse.
Osado amante, nunca,
nunca podrás besarla
aunque casi la alcances, mas no te desesperes:
marchitarse no puede aunque no calmes tu ansia,
¡serás su amante siempre, y ella por siempre bella!

¡Dichosas, ah, dichosas ramas de hojas perennes
que no despedirán jamás la primavera!
Y tú, dichoso músico, que infatigable
modulas incesantes tus cantos siempre nuevos.
¡Dichoso amor! ¡Dichoso
amor, aun más dichoso!
Por siempre ardiente y jamás saciado,
anhelante por siempre y para siempre joven;
cuán superior a la pasión del hombre
que en pena deja el corazón hastiado,
la garganta y la frente abrasadas de ardores.

¿Éstos, quiénes serán que al sacrificio acuden?
¿Hasta qué verde altar, misterioso oficiante,
llevas esa ternera que hacia los cielos muge,
los suaves flancos cubiertos de guirnaldas?
¿Qué pequeña ciudad a la vera del río o de la mar,
alzada en la montaña su clama ciudadela
vacía está de gentes esta sacra mañana?
Oh diminuto pueblo, por siempre silenciosas
tus calles quedarán, y ni un alma que sepa
por qué estás desolado
podrá nunca volver.

¡Ática imagen! ¡Bella actitud, marmórea estirpe
de hombres y de doncellas cincelada,
con ramas de floresta y pisoteadas hierbas!
¡Tú, silenciosa forma, tu enigma nuestro pensar excede
como la Eternidad! ¡Oh fría Pastoral!
Cuando a nuestra generación destruya el tiempo
tú permanecerás, entre penas distintas
de las nuestras, amiga de los hombres, diciendo:
"La belleza es verdad y la verdad belleza"... Nada más
se sabe en esta tierra y no hace falta más.



Bienvenida alegría, bienvenido pesar

Bien venida alegría, bienvenido pesar,
la hierba del Leteo y de Hermes la pluma:
vengan hoy y mañana,
que los quiero lo mismo.
Me gusta ver semblantes tristes en tiempo claro
y alguna alegre risa oír entre los truenos;
bello y feo me gustan:
dulces prados, con llamas
ocultas en su verde,
y un reírse zumbón ante una maravilla;
ante una pantomima, un rostro grave;
doblar a muerto y alegre repique;
el juego de algún niño con una calavera;
mañana pura y barco naufragado;
las sombras de la noche besando a madreselvas;
sierpes silbando entre encarnadas rosas;
Cleopatra con regios atavíos
y el áspid en el seno;
la música de danza y la música triste,
juntas las dos, prudente y loca;
musas resplandecientes, musas pálidas;
el sombrío Saturno y el saludable Momo:
risa y suspiro y nueva risa...
¡Oh, qué dulzura, el sufrimiento!
Musas resplandecientes, musas pálidas,
de vuestro rostro alzad el velo,
que pueda veros y que escriba
sobre el día y la noche
a un tiempo;
que se apague
mi sed de dulces penas;
ramas de tejo sean mi refugio,
entrelazadas con el mirto nuevo,
y pinos y limeros florecidos,
y mi lecho la hierba de una fosa.


Oda a un ruiseñor

Me duele el corazón y un pesado letargo
aflige a mis sentidos, tal si hubiera bebido
cicuta o apurado un opiato hace sólo
un instante y me hubiera sumido en el Leteo:
y esto no es porque tenga envidia de tu suerte,
sino porque feliz me siento con tu dicha
cuando, ligera dríade alada de los árboles,
en algún melodioso lugar de verdes hayas
e innumerables sombras
brota en el estío tu canto enajenado.

¡Oh, si un trago de vino largo tiempo enfriado
en las profundas cuevas de la tierra
que supiera a Flora y a la verde campiña,
canciones provenzales, sol, danza y regocijo;
oh, si una copa de caliente sur,
llena de la mismísima, ruborosa Hipocrene,
ensartadas burbujas titilando en los bordes,
purpúrea la boca: si pudiera beber
y abandonar el mundo inadvertido
y junto a ti perderme por el oscuro bosque!

Perderme a lo lejos, deshacerme, olvidar
que entre las hojas tú nunca has conocido
la inquietud, el cansancio y la fiebre
aquí, donde los hombres tan sólo se lamentan
y tiemblan de parálisis postreras, tristes canas,
donde crecen los jóvenes como espectros y mueren,
donde aun el pensamiento se llena de tristeza
y de desesperanzas, donde ni la Belleza
puede salvaguardar sus luminosos ojos
por los que el nuevo amor perece sin mañana.

¡Lejos! ¡Muy lejos! He de volar hacia ti.
No me conducirán leopardos de Baco
sino unas invisibles y poéticas alas;
aunque torpe y confusa se retrase mi mente:
¡ya estoy contigo! Suave es la noche
y tal vez en su trono aparezca la luna
circundada de mágicas estrellas.
Pero aquí no hay luz, salvo la que acompaña
desde el cielo el soplo de la brisa cruzando
el oscuro verdor y veredas de musgo.

No puedo ver qué flores hay a mis pies
ni el blando incienso suspendido en las ramas,
pero en la embalsamada oscuridad presiento
cada uno de los dones con los que la estación
dota a la hierba, los árboles silvestres, la espesura:
pastoril eglantina y blanco espino,
violetas marcesibles recubiertas de hojas
y el primer nuevo brote de mediados de mayo,
la rosa del almizcle rociada de vino,
morada rumorosa de moscas en verano.

A oscuras escucho. Y en más de una ocasión
he amado el alivio que depara la muerte
invocándola con ternura en versos meditados
para que disipara en el aire mi aliento.
Ahora más que nunca morir parece dulce,
dejar de existir sin pena a medianoche
¡mientras se te derrama afuera el alma
en semejante éxtasis! Seguiría tu canto
y te habría escuchado yo en vano:
a tu requiem conviene un pedazo de tierra.

¡No conoces la muerte, Pájaro inmortal!
No te hollará caído generación hambrienta.
La voz que ahora escucho mientras pasa la noche
fue oída en otros tiempos por reyes y bufones;
tal vez fuera este mismo canto el que una senda
encontró en el triste corazón de Ruth, cuando
enferma de añoranza, se sumía en el llanto
rodeada de trigos extranjeros,
la misma que otras veces ha encantado mágicas
ventanas que se abren a peligrosos mares
en prodigiosas tierras ya olvidadas.

¡Olvidadas! El mismo tañer de esta palabra
me devuelve, ya lejos de ti, a mi soledad.
¡Adiós! La Fantasía no consigue engañarnos
tanto, duende falaz, como dice la fama.
¡Adiós! Tu lastimero himno se desvanece
al pasar por los prados vecinos, el tranquilo
arroyo y la colina; ahora es enterrado
en los calveros del cercano valle.
¿He soñado despierto o ha sido una visión?
Ha volado la música. ¿Estoy despierto o duermo?

viernes, 27 de marzo de 2009

Sobre lo sublime

Hoy después de salir del taller de estética, venía pensando sobre todo lo que ahí se había hablado. Sobre todo por esa concepción de "contemplación positivamente infinita", tres simples palabras que me hicieron entender un poco más al casi inconceptualizable amor. O, mejor dicho, terror.

Amor, terror, o lo sublime; que vendrían a ser lo mismo, ese objeto con respecto al cual somos físicamente débiles, mientras que moralmente nos eleva por encima de él, por medio de las ideas.

martes, 10 de marzo de 2009

"Mi reunión con Zelaya"


Algunos han preguntado en qué paró el encuentro con Zelaya que el Comandante mencionó en la reflexión de ayer miércoles 4 de marzo.

Lo vi. No me quedaba otra alternativa. Inventé el tiempo.

Estoy obligado a decir el máximo en pocas palabras o no decir nada, y no siempre puedo.

Acabo de hablar, en síntesis apretadísima, sobre Juan Bosch, la expedición contra Trujillo, los dramáticos episodios protagonizados por los revolucionarios dominicanos, quejándome de que la historia real no se ha escrito todavía.

Hoy temprano recibo otra carta de la periodista Daily Sánchez Lemus, del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, que quiere escribir la historia real de José Ramón Mejía del Castillo, Pichirilo. Me pide datos que el gran maestro del periodismo cubano Guillermo Cabrera Álvarez conoció por mí, relacionados con quien fuera entre los revolucionarios, uno de los más audaces dominicanos en la lucha contra los invasores yankis.

Le escribiré a Daily contándole lo que conozco de él.

Para no extender demasiado esta reflexión, responderé telegráficamente lo que se pregunta sobre el encuentro con el Presidente de Honduras.

Es muy joven. “Solo 4 años en toda mi vida puedo ser Presidente de Honduras. Pertenezco al Partido Liberal; mi país es muy conservador, comenzando por el propio Partido en que milito”. Escribo sus palabras casi textualmente, tal como las percibí. Cualquier error es responsabilidad únicamente mía.

Eso no le ofrece al líder de un país ni siquiera un segundo, en busca del Estado Eficiente, que cualquier sociedad necesita hoy más que nunca, sentencié.

Es sin duda un hombre bueno, con fuerte dosis de tradición e inteligencia asombrosa. Su voz en la tribuna es trueno, en la conversación personal, discreta y de acento familiar.

Su clase social desciende de los primeros españoles que poblaron el corazón de la antigua civilización Maya. Como en todos los demás territorios conquistados con sus caballos y espadas de acero, tomaron posesión de la tierra.

Las familias se trasmitieron las propiedades a lo largo de siglos. Cuando llegó la hora de la independencia en Iberoamérica, constituyeron las oligarquías, que fueron dueñas de los nuevos países independientes.

En Centroamérica el curso histórico estuvo determinado por el recién nacido imperialismo yanki, que intentó apoderarse directamente de sus territorios.

De la lucha por defender la soberanía surgieron extraordinarias figuras históricas.

Francisco Morazán, legendaria personalidad centroamericana, era de origen hondureño y fue elevado a la Presidencia de los estados de la región. Gobernó 10 años. Zelaya lo define como un hombre de pueblo, que no pudo estudiar en la universidad, pero dotado de una inteligencia excepcional, que simbolizó la lucha de sus pueblos.

Entre esos Estados estaba Costa Rica. Allí sin embargo fue traicionado por la más rancia derecha que instrumentó un golpe de estado y asesinó a Morazán. Zelaya prometió enviarme libros que ilustran la historia de este singular héroe centroamericano.

Zelaya, como los demás de su clase social, realizó sus estudios en escuelas religiosas. Si a mí, en condiciones muy diferentes, me correspondieron los hermanos de La Salle y los Jesuitas, a él lo enviaron a los de la Orden de los Salesianos.

Procedente él de una familia de rancio abolengo, lo educaron en la religión cristiana, que constituye la base de sus sentimientos actuales. Como Hugo Chávez, encontró en las ideas de Cristo la fuente de inspiración que alimenta su concepción de la justicia; no pueden acusarlo de marxista o comunista.

Sin embargo, me cuenta: “Cuando viajé a Cuba la primera vez, apenas iniciado mi periodo de gobierno, me trataron como el peor de los enemigos. No me perdonaban que le pidiera excusas a Cuba por haber sido Honduras país de entrenamiento de invasores. El gobierno de Estados Unidos consideraba que yo debía ser destruido por esa conducta”.

Para Zelaya, “el sistema capitalista es la más repugnante concepción de la justicia que pueda albergar el ser humano”.

Le pregunté por la extensión de Honduras. “Alrededor de 112 mil kilómetros cuadrados” respondió. Cuba posee casi exactamente igual, comenté.

¿De ellos cuántos son de pinares? vuelvo a preguntarle. Hizo cálculos: “50 mil”, me dijo. ¿Cuántos pinos por hectárea? “mil pinos” ¿Cuántos metros cúbicos por pino? “Uno y medio calculándolo conservadoramente” Producen, por tanto, alrededor de 1500 metros cúbicos por hectárea. ¿Cuánto pagan? “Doscientos dólares, más o menos”, esto significa que ustedes recibirían apenas 300 millones de dólares por año. No alcanzaría casi ni para cubrir los costos ¿Por qué hay que exportar la materia prima en bruto? Ellos, a principios del siglo pasado, exportaban las casas en piezas, a precios elevados. Mi padre compró una de ellas en la que vivía la familia.

Zelaya es un hombre que sufre profundamente los abusos del imperio.

“Somos productores de café. La cosecha crece año por año” ¿Cuánto de ese café ustedes industrializan? “Ni siquiera un 10%” respondió. “¡Ese es un verdadero abuso!” le dije, ellos cobran el café tostado después, decenas de veces más caro.”

En un momento de la conversación me contó que ellos subsidiaban su agricultura y vendían después los granos más baratos, reduciendo los ingresos de los agricultores hondureños que perdían los mercados. Citó el ejemplo del maíz que los mayas usaban como su fundamental fuente de alimentación. Hoy ni siquiera el sector campesino podría vivir de ese cultivo.

A través de su pensamiento podía apreciarse su profunda aversión al sistema económico de Estados Unidos.

De repente recuerda con orgullo la cultura del pueblo maya. Me cuenta que los años de aquella cultura eran más exactos que los años del cristianismo occidental. “El mundo actual utiliza el sistema decimal, los mayas poseían un sistema veintesimal, dos veces más exacto”. Realmente, por primera vez en la vida había escuchado ese detalle, la ventaja de utilizar dos más cero en vez de uno más cero. Me prometí a mi mismo informarme un poco más sobre el tema.

En ese momento Zelaya expresó su entusiasmo por disponer Honduras de un lugar como Copán donde se conservan con más pureza los restos de cultura maya, sus símbolos de piedra, esculpidos con singular arte. En ese instante prevalecía en él su mentalidad de estadista, que piensa en términos económicos. “Medio millón de turistas visitan ya Honduras cada año. Muchos norteamericanos vienen, interesados por esa cultura y la autenticidad de esas reliquias históricas”.

De repente, baja el tono de su voz y me confiesa: “lo malo es que los mayas no conocían los metales, vivían en la edad de piedra, por eso nos conquistaron” me dijo con tristeza.

Yo ignoraba que el 19 de julio de 1980, mientras hablaba a una multitud de nicaragüenses y centroamericanos en la plaza de Sandino, un joven hondureño de 17 años y futuro Presidente de Honduras estaba entre ellos.

Así es el hombre con el cual me reuní.








Fidel Castro Ruz
Marzo 5 de 2009
2 y 3 minutos p.m.


viernes, 6 de marzo de 2009

Un poema de Ángel González

Me basta así

Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso-;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia luz,
y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo constelaciones:
existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta. )


(de Poemas)

lunes, 2 de marzo de 2009

Cinco poemas

(Clementina Suárez)
COMBATE

Yo soy un poeta
un ejército de poetas.
Y hoy quiero escribir un poema,
un poema de silbatos,
un poema de fusiles
para pegarlos en las puertas,
en la celda de las prisiones,
en los muros de las escuelas.
Hoy quiero construir y destruir
levantar en andamios la esperanza.
Despertar al niño
arcángel de las espadas,
ser relámpago, trueno,
con estatura de héroe
para talar, arrasar
las podridas raíces de mi pueblo.


(Juana Pavón)
NOSOTRAS: ESAS SUJETOS


Una, dos, cien, miles
así vamos las mujeres por aquí
aquí donde nos tocó pernoctar para siempre.
No importa lugar ni apellido
definimos nuestra situación
desde hace mucho tiempo.
Hemos aceptado el papel que nos corresponde
no importa el status.
Estamos las privilegiadas
y las no privilegiadas
Estamos:
la funcionaria porque funciona
la obrera por obrera
la madre por madre
la estéril por estéril
la dama por dama
la prostituta por prostituta.
Hacemos maniobras con el tiempo
ligadas a esta inercia
que llamamos vida
porque siendo mujeres
tenemos que aceptarlo
porque son leyes para mujeres
hechas por hombres
¿qué más nos da?
Las habemos flacas y gordas
unas por tomar agua de masa
otras, por tomar leche y cereal.
El día de la madre
a unas nos da frío
a otras nos da calor,
el día de la mujer
a unas nos da risa
a otras satisfacción.
Estamos las poetas académicas
y las poetisas de la calle.
Estamos las que vendemos rosas
en una floristería elegante
y las que ofrecemos claveles
en una esquina de banco.
Nosotras, que somos anónimas del amanecer
y nos-otras burbujas de hambre
nosotras somos esas – a la que se nos vende
y a las que se nos protege
hasta los ochenta años.
Somos la esposa ignorada
en un centro nocturno
y la sirvienta seducida.
Todas somos nosotras
a cada quien lo suyo
así fue repartido
sin ponernos a escoger.
Estamos las amargadas
y las indiferentes
las antisociales
y las socialísimas
las que damos de comer a nuestros hijos
en cucharita de plata
y las trágicamente miserables
que damos nuestros vástagos
a engordadoras y traficantes de niños.
Nosotras las que siempre callamos
y esperamos
las que tenemos motivos para gritar
y no esperamos nada.
Estamos las saludables
porque tenemos un gato en casa
y estamos las enfermas
por una existencia solitaria.
Somos muchas las que bebemos champagne
y muchas las que bebemos guaro
las primeras fondeamos en cama
con sábanas de seda
y las segundas
en una escondida acera húmeda.
Estamos las feministas asociadas
y las lesbianas reprimidas
muchas asistimos al Catecumenado
y otras levantamos los ojos
para ver a Dios.
Así vamos todas nosotras
nosotras, esas sujetos
todas somos mujeres indestructibles
nada nos detiene
no importa si somos abogadas
si somos verduleras
médicas, tortilleras
maestras, campesinas
teatristas, pintoras
esposas, amantes
primera dama
o última dama.
Un vientre nos une a todas por igual.
Somos las que motivamos
todos los sentimientos
ternura, delicadeza... amor
aunque haya en cada una de nosotras
una gata furiosa
o una gata sumisa.
Somos las que estamos paradas en el tiempo
y latimos... latimos... latimos!
somos río, mar
jungla, sol
luna y pulmón
¡somos patria!
- Yo siempre he pensado
que Honduras tiene nombre de mujer –


(Sara Salazar)
PATRIA


Patria,
páramo erial
carnes fláccidas
niños de cantos sucios
y lágrimas prematuras
surcando mejillas infantiles
suburbios malolientes
moscas y basura
burdel y estanco
mujeres desgreñadas
perros famélicos
que arrastran en débil esqueleto
garrote y cárcel
explotación y exilio
temor y hombres frustrados
a todo esto aquí
le llaman Patria.


(María Eugenia Ramos)
UNA LARGA PLAYA



... la larga playa de la espera...
Gioconda Belli


Hermanos, de ustedes
yo no conozco nombres,
ni la forma de andar,
ni los amores grandes o pequeños.

Sólo esta muerte,
esta estrella incendiada
que me arde desde lejos,
esta ola de sangre
que me empuja
contra los arrecifes
de tiempo y agua.

Estoy aquí,
obligada a guardar la verdad
avariciosamente
para mí sola,
aunque ustedes me enseñaron
que es necesaria para todos
como el pan
y la luz de los domingos.

Siempre nos han vendido promesas.
Al fin hemos aprendido
que la felicidad tiene su plazo.

Con la sangre de ustedes
hemos pagado la primera cuota.


(Amanda Castro)
POEMA VI

A veces éramos sólo rostros
de niños desamparados
desenhebrando sus misterios
en lienzos y palabras.

Niños
de sueños
aterrorizados
con la sangre seca
regando los caminos
de nuestros párpados rotos.

Aterrorizados por la ausencia
de los que partían sonrientes
por las mañanas
y a quienes
sólo volvimos a ver
en las pancartas de las plazas vacías

Y por las noches
cuando se aproximaba
el coche negro
se nos congelaba el aire
en los pulmones.
Quizá por eso
no tuvimos tiempo para caricias...

Salvar la vida
era aprender a callar
aprender a correr
a mentir
a olvidar

a morir.