martes, 18 de noviembre de 2014

"Este gobierno corrupto le otorga Premio Nacional de Literatura a un chepeón campeón de corruptonia"




Por Víctor Manuel Ramos  


Tenemos información de que el Premio Nacional de Literatura de este año se ha adjudicado a D. José María Leiva, muy a pesar de que él no ha producido ninguna obra de creación literaria. Aunque, al fin y al cabo, dado que el premio se ha venido adjudicando a personajes con obra de calidad discutible, el que ahora se suma, por el rápido examen que hemos hecho de sus trabajos publicados en un diario de Tegucigalpa, me ha quedado demostrado que el nuevo galardonado lo que hace con sus artículos es tomar los textos de otros autores y llevarlos a lo que él firma, en un acto bochornoso de robo de propiedad intelectual. A continuación, una muestra (en azul el texto de Leiva, en rojo el texto copiado):



La Magia de Pensar en Grande (1/2)
24 abril, 2013 - 12:44 am
Por José María Leiva Leiva

     David Joseph Schwartz era un profesor de la Universidad Estatal de Georgia, Atlanta, y fue considerado una autoridad líder en América en la motivación. También fue presidente de Servicios Creativos para la Educación, una empresa consultora especializada en el desarrollo de liderazgo. De sus libros “La Magia de Pensar en Grande”, representa un manual de crecimiento personal en 13 grandes principios de éxito. Atinadas ideas que una persona puede poner en práctica para lograr lo que desea en la vida.
En este sentido, nos presenta un programa cuidadosamente diseñado para sacar lo mejor de nuestro trabajo, matrimonio, vida familiar y comunidad social. La obra demuestra además, que no se necesita ser un intelectual o tener un talento innato para atraer el éxito y la satisfacción, pero sí se necesita la capacidad para aprender y comprender el hábito de pensar y comportarse de la manera necesaria como para atraerlos.

Es así, una motivación constante a luchar por alcanzar el éxito, esforzarse cada día para triunfar en la vida. El libro sirve de guía para tener un adiestramiento personal; pone en marcha una serie de principios que podemos internalizar para aplicarlo en los diferentes momentos de la vida. Con frecuencia el ser humano padece de la enfermedad del fracaso, llamada por el autor “la enfermedad de la excusitis” (sic); cuanto más afortunada es una persona menos inclinada es a proferir excusas.

Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 15 de octubre de 1901 – ibídem, 18 de febrero de 1952) fue un escritor y dramaturgo español. Perteneció a un grupo de humoristas considerados, con justicia, “La otra generación de 27”. Su obra, relacionada con el teatro del absurdo, se alejó del humor tradicional acercándose a otro más intelectual, inverosímil e ilógico, rompiendo así con el naturalismo tradicional imperante en el teatro español de la época.

Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 15 de octubre de 1901-ibídem, 18 de febrero de 1952) fue un escritor y dramaturgo español. Su obra, relacionada con el teatro del absurdo, se alejó del humor tradicional acercándose a otro más intelectual, inverosímil e ilógico, rompiendo así con el naturalismo tradicional imperante en el teatro español de la época.

Esto le supuso ser atacado por una gran parte de la crítica de su tiempo, ya que su humor hería los sentimientos más sensibles y abría un abanico de posibilidades cómicas que no siempre eran bien entendidas. A esto hay que sumar sus posteriores problemas con la censura franquista. Sin embargo, el paso de los años no ha hecho sino acrecentar su figura y sus obras siguen representándose en la actualidad, habiéndose rodado además numerosas películas basadas en ellas. Murió de cáncer, arruinado y en gran medida olvidado, a los 50 años.

Esto le supuso ser atacado por una gran parte de la crítica de su tiempo, ya que su humor hería los sentimientos más sensibles y abría un abanico de posibilidades cómicas que no siempre eran bien entendidas. A esto hay que sumar sus posteriores problemas con la censura franquista. Sin embargo, el paso de los años no ha hecho sino acrecentar su figura y sus obras siguen representándose en la actualidad, habiéndose rodado además numerosas películas basadas en ellas. Murió de cáncer, arruinado y en gran medida olvidado, a los 50 años.

En cualquier caso, siempre bajo el truco, el disparate o la situación más absurda, su obra esconde una dura y amarga crítica a la sociedad, reflejo de su desencantada visión de la realidad. Con su libro “Máximas mínimas y otros aforismos” (1937), nos ofrece junto al sentido del humor, una faceta menos conocida, en la que se muestra como un malabarista del lenguaje que aplica su ingenio a los más diversos temas humanos y literarios. Letras que parecen escritas en el diván del psicoanalista; en la mayoría de ellas se reflejan, más que en el resto de su obra,  fobias, manías, desengaños y amarguras.

Sin duda, de haber vivido en los tiempos actuales, el feminismo combativo, aliado con las facciones de lo políticamente correcto, lo hubieran crucificado por su misoginia militante. Un guiño para nuestros más avezados lectores: como su propio título indica, las máximas son mínimas: salvo excepciones, tienen menos de 140 caracteres. Veamos algunas. “En la vida humana solo unos pocos sueños se cumplen; la gran mayoría de los sueños se roncan”. “Los muertos, por mal que lo hayan hecho, siempre salen en hombros”. “El médico de cabecera está siempre a los pies de la cama”.

“Todos los hombres que no tienen nada importante que decir, hablan a gritos”. “Para ser moral basta proponérselo; para ser inmoral hay que poseer condiciones especiales”. “De lejos todo parece más pequeño, a excepción del hombre inteligente, que de lejos parece mayor”. “El pudor es un sólido que solo se disuelve en alcohol o en dinero”. “El que pide “la mano” de una mujer, lo que realmente desea es el resto del cuerpo”. “Al amor, al baño y a la tumba, se debe ir desnudo”.

“La dulzura del amor es la única dulzura que no conduce a la diabetes”. “Malo es querer beber agua y no tener gota; pero peor es tener gota y no poder levantarse a beber agua”. “La mujer apasionada es con frecuencia confortable; la mujer coqueta es siempre incómoda. Solo los hombres sin experiencia prefieren la coqueta a la apasionada”. “En la mujer apasionada, el amor es interno; en la coqueta, es mediopensionista”. “La apasionada es mujer; la coqueta es espectáculo”. “La muerte hace subir cien mil metros las admiraciones”.

“El ideal es siempre un horizonte”. “La filosofía es la física recreativa del alma”. “Cada ser tiene todo el tiempo que existe”. “La juventud pesa más que la vejez porque esta, está vacía de deseos, y la otra, rebosante de ansias”. “Los deberes ajenos se nos aparecen siempre clarísimos”. “La leyenda es la hija de la historia”. “Si al pueblo se le da la razón, la pierde”.

“La ciencia es el sentido común organizado”. “El escritor, al escribir, enseña, y al descansar, aprende”. “Cuando se le embota la imaginación, el escritor recurre a la historia”. “El hombre suele quedarse soltero por estar enamorado de un ideal”. “Los celos son el delirio del instinto de la propiedad”. “Para ser agradable a una persona basta con elogiarle aquello para lo que no sirve”. “No hay vanidad más grande que la del filósofo”. “Un ser de tres años es un niño, un niño de treinta años es un loco”.

“El niño es personalista, como los poetas; el loco es individualista, como los anarquistas”. “Si la locura doliese, en todas las casas se oiría algún grito de dolor”. “Adán era de color negro: Eva era de color blanco; la unión de ambos ha producido una humanidad gris”. “Desconfíese de la bondad de aquellas personas que aman la música; siempre tienen algo de fieras”. “El éxito adormece; el fracaso excita”. Y una cita última: “Historia es, desde luego, exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es exactamente lo que sucedió”.

Ver libros para alcanzar el exito - Taringa!
www.taringa.net/posts/info/16437280/Libros-para-alcanzar-el-exito.html
Es una motivación constante a lo largo del contenido a luchar por tener éxito, esforzarse cada día para triunfar en la vida.El libro sirve de guía para tener un adiestramiento personal; pone en marcha una serie de principios que podemos internalizar para aplicarlo en los diferentes momentos de la vida. Con frecuencia el ...

Las formas más comunes de excusitis son: Mi salud no es buena, no tengo edad, no tengo posibilidades de realizar tal o cual cosa, no soy inteligente, etc. El autor insiste en que cada persona está invitada a construir la confianza y a destruir el miedo. La preocupación, la tensión, el aturdimiento, el pánico nacen de una imaginación mal dirigida. El temor es el enemigo número 1 del éxito, hace realmente enfermos a los individuos, causa dificultades orgánicas, acorta la existencia, cierra la boca cuando usted desea hablar, crea incertidumbre.

Las formas más comunes de excusitis son: Mi salud no es buena, no tengo edad, no tengo posibilidades de realizar tal o cual cosa, no soy inteligente, etc. Insiste en que cada persona está invitada a construir la confianza y a destruir el miedo. La preocupación, la tensión, el aturdimiento, el pánico nacen de una imaginación mal dirigida.El temor es el enemigo número 1 del éxito, hace realmente enfermos a los individuos, causa dificultades orgánicas, acorta la existencia, cierra la boca cuando usted desea hablar, crea incertidumbre.

La acción -dice-, cura el miedo; cuando enfrentamos problemas difíciles permanecemos atascados en él hasta que entramos en acción. Para construir la confianza se debe hacer un esfuerzo superior para ingresar solamente pensamientos positivos en el banco de la memoria. No permitir que los pensamientos negativos, autodepresivos crezcan y se conviertan en monstruos mentales. Algunos aspectos que podemos tomar en cuenta para pensar en grande son: (1) No se venda usted mismo a bajo precio: Evite la autodepreciación. Usted es mejor de lo que considera. (2) Use palabras grandes, brillantes, alegres, que prometan victorias, esperanza, triunfo, placer y de la misma forma evite palabras que creen imágenes desagradables, de fracaso, derrota, pena, tristeza. (3) Practique el añadir valor a las cosas: A las personas a usted mismo. (4) Piense realmente que su ocupación, profesión actual es importante. (5) Piense por encima de cosas triviales. Enfoque su atención sobre grandes objetivos. Para conseguir éxito es necesario cultivar unas series de actitudes: Dar vida a las cosas que le rodean con una sonrisa, un apretón de manos; el tono de voz, la forma de caminar; difunda buenas noticias; las malas noticias arruinan la vida.

La acción cura el miedo; cuando enfrentamos problemas difíciles permanecemos atascados en él hasta que entramos en acción.Para construir la confianza se debe hacer un esfuerzo superior para ingresar solamente pensamientos positivos en el banco de la memoria. No permitir que los pensamientos negativos, auto-depresivos crezcan y se conviertan en monstruos mentales. Algunos aspectos que podemos tomar en cuenta para pensar en grande son: 1. No se venda usted mismo a bajo precio: evite la auto depreciación. Usted es mejor de lo que considera.2. Use palabras grandes, brillantes, alegres, que prometan victorias, esperanza, triunfo, placer y de la misma forma evite palabras que creen imágenes desagradables, de fracaso, derrota, pena, tristeza.3. Practique el añadir valor a las cosas: a las personas a usted mismo.4. Piense realmente que su ocupación, profesión actual es importante.5. Piense por encima de cosas triviales. Enfoque su atención sobre grandes objetivos.Para conseguir éxito es necesario cultivar unas series de actitudes: dar vida a las cosas que le rodean con una sonrisa, un apretón de manos; el tono de voz, la forma de caminar; difunda buenas noticias; las malas noticias arruinan la vida.

Una de las actitudes más importantes, hágase consciente que usted es importante. Demuestre apreciación por los demás, llámele por su nombre y sea servicial en todo momento; la gente hará más por usted cuando usted la haga sentir importante. Los demás también cuentan en mi vida. De ellos depende gran parte de mi éxito y crecimiento personal, por lo que debo pensar en rectitud acerca de las personas que me rodean.

Una de las actitudes más importante, hágase consciente de que usted es importante. Demuestre apreciación por los demás, llámele por su nombre y sea servicial en todo momento; la gente hará más por usted cuando usted la haga sentir importante. Los demás también cuentan en mi vida. De ellos depende gran parte de mi éxito y crecimiento personal, por lo que debo pensar en rectitud acerca de las persona que me rodean.

Practique ser de la clase de persona que le gusta a la gente; sea simpático, tome la iniciativa en conseguir amigos, preséntese a sí mismo a los demás, acepte las diferencias y limitaciones humanas. Recuerde que la otra persona tiene derecho a ser diferente y que usted no es un reformador. Piense positivamente sobre los demás y conseguirás muy buenos resultados. Practique la generosidad y la cortesía en todo momento y no culpe a los demás cuando sufra una contrariedad.

Practique ser de la clase de persona que le gusta a la gente; sea simpática, tome la iniciativa en conseguir amigos, preséntese a si mismo a los demás, acepte las diferencias y limitaciones humanas.
En la actualidad hay un gran déficit de personas sobresalientes, calificadas, de expertos para desempeñar posiciones claves. Por lo tanto se necesitan personas de acción. La gente deposita su confianza en la persona que actúa. Ellos naturalmente suponen que saben lo que usted está haciendo.


El léxico de la sabiduría (2/2)
31 julio, 2013 - 12:04 am
Por José María Leiva Leiva

La calidad de vida que tenemos, depende de la calidad de decisiones que tomamos, y las decisiones que tomamos, dependen de nuestra sabiduría, y la más rápida y mejor forma de obtener sabiduría, son profundas reflexiones. A veces mantenerse positivo y fuerte frente a las situaciones de la vida es difícil, pero lo mejor que podemos hacer es tener un momento de calma para reflexionar con tranquilidad. En este sentido, las frases que se acompañan nos hacen pensar y recapacitar sobre las personas, lo que hacemos y lo que decimos.

Demuestran gran parte del saber popular, y sin darnos cuenta nos sirven de escudo contra los sinsabores de la vida, al punto, que existen momentos que estando en una conversación o bien en una discusión, una cita a tiempo viene a explicar mejor nuestro punto de vista que una hora de oratoria. Por lo demás, los autores nos enseñan con frases cortas y concisas cómo debemos afrontar la vida y nos dan esperanzas y alivio para seguir despertándonos todos los días con la ilusión de ser mejores personas, al tiempo de tratar de encontrar la felicidad, la paz y la armonía que todos andamos buscando en medio de los avatares de nuestro cotidiano vivir. En orden alfabético, veamos puntuales ejemplos:

Citas Citables
www.euskalnet.net/rolam/citas.htm
... estas frases demuestran gran parte del saber popular, y sin darnos cuenta nos sirven de escudo contra los sinsabores de la vida, hay momentos que estando ...

Naturaleza: Adopta el ritmo de la naturaleza, su secreto es la paciencia. Nobleza: Cuando un hombre se apiade de todas las criaturas vivientes, solo entonces será noble. Buda. Odio: Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga. (Víctor Hugo). La vida es demasiado corta para perder el tiempo odiando a alguien. Olvido: Estamos tan ocupados tratando que los demás nos vean, nos oigan, nos valoren… que nos olvidamos de lo más importante: Vivir nuestra propia vida. Orgullo: El orgullo de los mediocres consiste en hablar siempre de sí mismos; el orgullo de los grandes hombres es no hablar nunca de ellos. (Voltaire).
Persona: Las personas cambian con el tiempo… o el tiempo te muestra lo que en realidad son. (Anónimo). Las personas son como vidrieras: brillan y brillan cuando hace sol, pero cuando se hace la oscuridad, su verdadera belleza se revela solo si hay luz interior. Piedra: ¿Piedras en el camino? Recógelas todas, un día construirás un castillo. (Thiago Alcántara). Política: Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad. (Miguel Delibes). Es muy difícil hacer compatible la política y la moral. (Sir Francis Bacon).
Político: La profundidad de los políticos rara vez pasa de la superficie. (Lord Chesterfield). Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje. (Aldous Huxley). Vamos a ser justos. ¡Vamos a ser políticos! (Anónimo). Profeta: Si sigues diciendo que las cosas te irán mal, tienes muchas posibilidades de convertirte en un profeta.
Promesa: Muchos te prometen estar ahí para lo que necesites, pero mira a tu alrededor a ver cuántos lo han cumplido. Puerta: A veces es bueno cerrar algunas puertas… no por orgullo, ni soberbia, sino porque ya no llevan a ninguna parte. Rencor: ¿Qué es el rencor? Es tragar veneno pensando que le va hacer daño a otro. (Alejandro Jodorowsky). Responsabilidad: Si usted quiere que sus hijos tengan los pies sobre la tierra, colóqueles alguna responsabilidad sobre los hombros.
Riqueza: El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables. Sabiduría: Yo no estudio para saber más, sino para ignorar menos. (Sor Juana Inés de la Cruz). Salud: Los mejores doctores del mundo son: El doctor dieta, el doctor tranquilidad y el doctor alegría. Salvaje: Salvaje no es quien vive en la naturaleza, salvaje es quien la destruye. Salvajismo: Cuando un hombre mata a un tigre lo llaman deporte, cuando un tigre mata a un hombre lo llaman salvajismo.


Filosofía del Silencio Interno
2 julio, 2014 - 12:09 am
Por José María Leiva Leiva

 “El sabio posee poco porque se ha olvidado de las cosas, su presencia es modelo para todos los hombres. No se muestra, por eso resplandece, no se vanagloria, por eso sobresale, no se exalta, por eso merece elogio, es humilde y se mantiene íntegro. Permanece independiente, aunque viva rodeado de gloria y esplendor nunca pierde la paz. El sabio es feliz al vivir, es bondadoso y armoniza con todos, es sincero al hablar, equilibrado y recto en el trabajo y en la vida”. Extracto del Tao Te King, de Lao Tse.

Leemos en la web que el taoísmo es una tradición filosófica y religiosa que lleva más de dos milenios ejerciendo su influencia en los pueblos del Extremo Oriente. Entre las escuelas de pensamiento de origen chino, la influencia del taoísmo solo ha sido superada por la del confucionismo. Sus creencias filosóficas y místicas esenciales se encuentran en el Tao-te Ching (“Clásico del Camino y su poder”), y en el Chuang-tzu, un libro de parábolas y alegorías, pertenecientes ambos al siglo III A.C. "encuentran" (y cualquier palabra posterior) fue ignorada debido a que hemos restringido las consultas hasta 32 palabras.

Leemos en la web que el ateismo es una tradición filosófica y religiosa que lleva más de dos milenios ejerciendo su influencia en los pueblos del Extremo Oriente. Entre las escuelas de pensamiento de origen chino, la influencia del taoísmo solo ha sido superada por la del confucionismo. Sus creencias filosóficas y místicas esenciales se encuentran en el Tao-te Ching (“Clásico del Camino y su poder”), y en el Chuang-tzu, un libro de parábolas y alegorías, pertenecientes ambos al siglo III A.C.

Entre sus máximas se señalan las siguientes: “Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y preciso… de esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras…
Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos. Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna. No te des mucha importancia, y sé humilde, pues cuanto más te muestras superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones. Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable.
                Ayuda a los otros a percibir sus cualidades y sus virtudes, a brillar. Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros. No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada sin tomar conciencia profunda de la situación, te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que muy fácilmente dicen “sí”, porque saben que ese famoso “sí” no es sólido y le falta valor. Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría.

Si realmente hay algo que no sabes, o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy incómodo para el ego porque le gusta saber todo, siempre tener razón y siempre dar su opinión muy personal. Evita el hecho de juzgar y de criticar. Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu opinión muy personal y es una pérdida de energía, es puro ruido. Juzgar es una manera de esconder sus propias debilidades.
Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resuelto de ti mismo. Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo… no necesitas convencer a los otros para ser feliz. Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar al ego que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo.
Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser. Quien conoce a los hombres es inteligente. Quien se conoce a sí mismo es iluminado. Quien vence a los otros posee fuerza. Quien se vence a sí mismo es aún más fuerte. Quien obra con vigor posee voluntad. Quien se mantiene donde encontró su hogar, perdura largamente. Morir y no perecer, es la verdadera longevidad.
Un viaje de mil millas comienza con el primer paso. El hombre realmente culto no se avergüenza de hacer preguntas a los menos instruidos. Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres durante una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda su vida. Quien conoce su ignorancia revela la más profunda sabiduría. Quien ignora su ignorancia vive en la más profunda ilusión. Para ganar conocimiento, agrega algo todos los días. Para ganar sabiduría, elimina algo todos los días. Es fácil borrar las huellas: difícil es caminar sin pisar el suelo”.


Cosas del idioma
07/02/2013 |
Por José María Leiva Leiva
La Tribuna.hn (Homduras)
ISSUU - facetas 17 by EDITORIAL AGUASCLARAS S.A.
issuu.com/elnuevodia/docs/facetas8deldomingo

¿Me quieren decir por qué, en tamaño y en esencia, hay esa gran diferencia entre un buque y un buqué? ¿Por el acento? Pues yo, por esa insignificancia, no concibo la distancia de presidio y presidió,  ni de tomas a Tomás ni de topo al que topó.

¿Me quieren decir por qué,/ en tamaño y en esencia,/ hay esa gran diferencia/ entre un buque y un buqué?// ¿Por el acento? Pues yo,/ por esa insignificancia,/ no concibo la distancia/ de presidio a presidió,/ ni de tomas a Tomás,/ ni de topo al que topó./

Más, dejemos el acento, que convierte, como ves, las ingles en un inglés, y pasemos ya a otro cuento.  ¿A ustedes no les asombra que diciendo rico y rica, majo y maja, chico y chica, no digamos hombre y hombra? Por eso, no encuentro mal si alguno me dice cuala, como decimos Pascuala, femenino de Pascual.  ¿Por qué llamamos tortero al que elabora una torta y al sastre, que trajes corta, no lo llamamos trajero?

Mas dejemos el acento,/ que convierte, como ves,/ las ingles en un inglés,/ y pasemos a otro cuento.// ¿A ustedes no les asombra/ que diciendo rico y rica,/ majo y maja, chico y chica,/ no digamos hombre y hombra?// Por eso no encuentro mal/ si alguno me dice cuala,/ como decimos Pascuala,/ femenino de Pascual.// ¿Por qué llamamos tortero/ al que elabora una torta/ y al sastre, que trajes corta,/ no le llamamos trajero?//

¿Por qué las Josefas son por Pepitas conocidas, como si fuesen salidas de las tripas de un melón? De igual manera me quejo de ver que un libro es un tomo; será tomo si lo tomo, y si no lo tomo, un dejo. Si se le llama mirón al que está mirando mucho, cuando mucho ladre un chucho se lo llamará ladrón. Porque la sílaba «on» indica aumento, y extraño que a un ramo de gran tamaño no se lo llame Ramón. Y por la misma razón, si los que estáis escuchando un gran rato estáis pasando, estáis pasando un ratón. Y sobra para quedar convencido el más profano, que el idioma castellano tiene mucho que arreglar. Pablo Parellada (1855-1944).

?// Por eso no encuentro mal/ si alguno me dice cuala,/ como decimos Pascuala,/ femenino de Pascual.// ¿Por qué llamamos tortero/ al que elabora una torta/ y al sastre, que trajes c


orta,/ no le llamamos trajero?// ¿Por qué las Josefas son/ por Pepitas conocidas,/ como si fuesen salidas/ de las tripas de un melón?// De largo sacan largueza/ en lugar de larguedad,/ y de corto, cortedad/ en vez de sacar corteza.// De igual manera me quejo/ de ver que un libro es un tomo;/ será tomo, si lo tomo/ y si no lo tomo, un dejo.// Si se le llama mirón/ al que está mirando mucho,/ cuando mucho ladre un chucho/ ¿se le llamará ladrón?// Porque la sílaba «on» indica aumento, y extraño/ que a un ramo de gran tamaño/ no se le llame Ramón.// Y por la misma razón,/ si los que estáis escuchando/ un gran rato estáis pasando,/ estáis pasando un ratón.// Y sobra para quedar/ convencido el más profano,/ que el idioma castellano/ tiene mucho que arreglar

El escrito se refiere a dos relatos, uno anónimo, y ambos de amplia cobertura en la red que inspiran fuerza, astucia y deseos de triunfo. El primero cuenta que los japoneses siempre han gustado del pescado fresco. Pero las aguas cercanas a Japón no han tenido muchos peces por décadas. Así que para alimentar a la población japonesa, los barcos pesqueros fueron fabricados más grandes y así pudieron ir mar adentro todavía más lejos. Mientras más lejos iban los pescadores, más era el tiempo que les tomaba regresar a la costa a entregar el pescado.

Los japoneses siempre han gustado del pescado fresco. Pero las aguas cercanas a Japón no han tenido muchos peces por décadas. Así que para alimentar a la población japonesa, los barcos pesqueros fueron fabricados más grandes y así pudieron ir mar adentro todavía más lejos.

Si el viaje tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco. Para resolver este problema, las compañías pesqueras, instalaron congeladores en los barcos. Así podían pescar y poner los pescados en los congeladores. Además los congeladores permitían a los barcos ir aún más lejos y por más tiempo. Sin embargo, los japoneses pudieron percibir la diferencia entre el pescado congelado y el pescado fresco, y no les gustó el pescado congelado. El pescado congelado se tenía que vender más barato.

Así que las compañías instalaron tanques para los peces en los barcos pesqueros. Podían así pescar los peces, meterlos en los tanques, mantenerlos vivos hasta llegar a la costa de Japón. Pero, después de un poco de tiempo, los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y cansados pero vivos. Desafortunadamente, los japoneses también notaron la diferencia del sabor. Porque cuando los peces dejan de moverse por días, pierden el sabor “fresco-fresco”.

Los japoneses prefieren el sabor de los peces bien vivos y frescos, no el de los peces aburridos y cansados que los pescadores les traían. ¿Cómo resolvieron el problema las compañías pesqueras japonesas? ¿Cómo consiguieron traer pescado con sabor de pescado fresco? Si las compañías japonesas te pidieran asesoría, ¿qué les recomendarías?

Tan pronto como alcanzas tus metas, como empezar una nueva empresa, pagar tus deudas, encontrar una pareja maravillosa, o lo que sea, tal vez pierdas la pasión. Ya no necesitarás esforzarte tanto, así que solo te relajas. Experimentas el mismo problema que las personas que se ganan la lotería, o el de aquellas personas que heredan mucho dinero y que nunca maduran, o el de las personas que se quedan en casa que se hacen adictos a los medicamentos para la depresión o la ansiedad.

Como el problema de los pescadores japoneses, la mejor solución es sencilla. Lo dijo L. Ron Hubbard a principios de los años 50. “Las personas prosperan, extrañamente más, solo cuando hay desafíos en su medio ambiente”. Hubbard escribió en su libro “Los beneficios de los desafíos”, “mientras más inteligente, persistente y competente seas, más disfrutas un buen problema”.

Si tus desafíos son del tamaño correcto, y si poco a poco vas conquistando esos desafíos, te sientes feliz. Piensas en tus desafíos y te sientes con energía. Te emociona intentar nuevas soluciones. Te diviertes, ¡te sientes vivo! Así es como los peces japoneses se mantienen vivos: para mantener el sabor fresco de los peces, las compañías pesqueras todavía ponen a los peces dentro de los tanques en los botes pesqueros. Pero ahora ellos ponen también ¡un tiburón pequeño!

Claro que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan ¡muy, pero muy vivos! ¡Los peces son desafiados! Tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del tanque, ¡para mantenerse vivos! Si tus desafíos son muy grandes o son demasiados, nunca te rindas. El fracaso te cansará aún más. Mejor, reorganízate. Encuentra la determinación, la información, el conocimiento y la ayuda que requieras. Cuando alcances tus metas, proponte otra mayor. Una vez que satisfagas tus metas familiares, busca alcanzar las metas de tu grupo, tu comunidad…

Nunca crees el éxito para luego acostarte sobre él. Tú tienes recursos, habilidades y capacidades para lograr lo que te sueñas, para hacer la diferencia, para lograr el cambio que te propones. Así que, invita un tiburón a tu tanque, y descubre ¡qué tan lejos realmente puedes llegar!”. Por último citamos el proverbio africano que usa Thomas L. Friedman en su libro “El Mundo es Plano”: “Cada mañana en África, una gacela se despierta. Sabe que tiene que correr más rápido que el león, porque si no, morirá. Cada mañana un león se despierta. Sabe que tiene que superar en velocidad a la gacela porque si no, se morirá de hambre”.

“No es cuestión de si usted es león o gacela. Cuando el sol alumbre, es mejor que eche a correr. Si para usted siempre ha sido difícil transformar sus fracasos en victorias, entonces tiene que empezar a moverse. No tiene importancia lo que lo haya detenido o por cuánto tiempo se mantuvo inactivo. La única manera de romper el ciclo es enfrentar su miedo y entrar en acción, aún cuando esto parezca pequeño o insignificante”.

lunes, 27 de octubre de 2014

Un poema de Rubén Berríos



La guitarra

Niña de boca abierta,
cintura
de caoba.
Todas las noches
con su voz de plata,
dialoga
con los astros.

jueves, 23 de octubre de 2014

Longino Becerra y la Juventud Popular Morazanista

Año 2009


Con el maestro y formador de la JPM, Longino Becerra, quien —como nadie más— nos hizo conocer al Morazán revolucionario y nos dio luz para entender nuestro papel como jóvenes.



domingo, 12 de octubre de 2014

Discurso en la película "Utopía o el cuerpo disperso y el mundo al revés"



Utopía o el cuerpo disperso y el mundo al revés (1977), es la cinta hondureña dirigida por Raúl Ruiz, probablemente el cineasta chileno más influyente en la historia de ese país. Fue producida por alemanes y, en años recientes,  remasterizada en México. 



Para conmemorar este 12 de octubre, Día de la Resistencia Indígena Latinoamericana:



¡Pueblos de América! 
¿Cuál será el día en que veamos la luz de la ciencia y la cultura? ¿Cuándo será el día en que salgamos de la oscuridad secular en que hemos estado sumergidos?
¡Pueblos de América! 
¿Cuándo dejaremos la superstición?, ¿cuándo abandonaremos la oprobiosa y terrible opresión a que hemos estado sometidos en toda nuestra historia? ¿Cuándo construiremos hospitales y escuelas? ¿Cuándo estaremos a la altura de la civilización? ¡Cuándo, pueblos de América!
¡Pueblos de Hispanoamérica, de Iberoamérica, de Latinoamérica!
¿Cuándo las opiniones de cada uno de vosotros será tomada en cuenta por los demás pueblos del mundo? ¿Cuándo las opiniones vuestras serán admiradas por todos, y acatadas por todos?
En vano vivió Miranda, en vano luchó San Martín, en vano ofreció su sangre Morazán. Efectivamente, ellos araron en el mar.

domingo, 5 de octubre de 2014

Selección de poemas de "Xibalbá, Texas", Leonel Alvarado





5

Contenedor. Del inglés container. Embalaje metálico,
grande y recuperable, de tipos y dimensiones
normalizados internacionalmente y con dispositivos
para facilitar su manejo. Recipiente amplio
para depositar residuos diversos.
Casa triste.
Sellada. Sellada. Sellada.


7

Para cruzar buscan los pasos más peligrosos
porque son los más seguros. Prefieren arriesgarse
a no salir vivos de la montaña. Saben que hasta allí
no llegan los helicópteros de los señores de Xibalbá,
los que patrullan las bocas del infierno y echan
a los hermanos Ahpú aunque se disfracen de lagartijas.
Por eso inventan caminos que no aparecen
ni siquiera en el Popol Vuh. Adentro llevan
dos ciudades: la que dejaron, asfixiada por la sed,
pero no están en ninguna. Siempre en medio, siempre cruzando.
Haciéndose invisibles para quedarse disfrazándose
para volver. No buscan, como dirían los expertos,
el período posclásico en el norte de Yucatán.
Es otro norte el que llevan bajo la camisa.
No el de los campos de pelota
sino el de otras pirámides y otros códices
que no podrán leer.


Dichos(as piedras)

1

El que tira la primera piedra
mide la distancia entre la culpa y la inocencia
y pone a prueba la parábola bíblica.
Al que la recibe lo que menos le importa
es la moraleja.

6

Como en el amor, esta piedra
vive desvelada, el ojo puesto en el reloj,
esperando la hora del que vuelva
a tropezar con ella.


La gota en la piedra
(con fondo de acacia)

9

Todo estuvo en la primera piedra. La traidora.
De allí vinieron las desgracias. Tenía blando
el corazón, seca la médula. Se le iban las fuerzas
en nostalgias de ciudades milenarias y en ganas
de ser pilar de casas más dignas. Porque esta
piedra nuestra de cada día fue empeñada antes
de salir de la montaña, mal vendida
en mostradores que prometían
ciudades y ferrocarriles invisibles.
Gastada quedó, envuelta
en pliegos firmados a medianoche.
Se la cambió por pozos secos y montañas huecas
como caserones abandonados. Fue semilla
de plantas carnívoras que devoran a sus hijos.

Cuando se la cita en las escuelas
se habla de batallas y de fronteras defendidas
en su nombre. De plantas dulces
que le brotan el corazón. Pero no se dice

qué pasaría si la ciudad hubiera nacido de otras piedras,
si otras manos hubieran echado la plomada,
si las esquinas no fueran tan ásperas, si las aceras
no terminaran en precipicio.

En huecos se venga esta piedra, en filos
que nos cortan las manos cada vez
que intentamos revenderle el nombre.

Los que viajan en ferrocarriles invisibles no recuerdan
por qué la primera piedra se salió de su lugar
y en qué esquina de la casa la dejamos enterrada.


Oficio del aire

a Fausto Maradiaga

1
(Los que viven por sus manos)

Hay una mano. No la mía. Que a veces
se pasea con el hijo por las calles
señalando altas paredes en las que colocó
más de un ladrillo para cubrir el sueño
de otros. Aquella piedra le debe algo
pero si no fuera por la cicatriz
no se acordaría. El último día
se tocan las columnas pero
no para volver. Los ladrillos olvidan
las huellas del que los dejó suspendidos
en el aire de altas ilusiones. Las manos

que amasaron, pulieron y afinaron el plomo
a veces se pasean por calles en las que el hijo
pronto comenzará a levantar paredes
de invisibles dueños Esa piedra
también le deberá algo, una borrosa marca
que será prueba de que él estuvo arriba,
por una vez, lejos de la calle, en lo alto
de una ciudad ajena, extrañamente suya.


Las lavanderas o el modernista se lamenta:
de los poemas sueltos de Juan Ramón Molina
(1875-1908)

Péscame una sirena pescador sin fortuna.
J. R. Molina

Desde aquí mirábamos a las sirenas.
Eran otros tiempos. Los domingos bajábamos
a cubrirnos los oídos con los pedazos de Ulises
que habíamos guardado durante la semana.

Sobre piedras pulidas por el desgaste de otras manos
sacaban brillo a sus largas cabelleras
mientras su barato sayal se les pegaba al cuerpo
como escama descolorida. Con el agua

hasta las rodillas restregaban ropas,
cabellos, chismes, ilusiones. Limpiaban
las mentiras que otros iban a ponerse,
como nuevas, la próxima semana.

En la corriente flotaba una espesa nata blanquecina
cargada con los humores de una humedad
venida de más lejos,
de sucios sueños solitarios
más oscuros que la noche más oscura.

Río arriba, recostados en la baranda,
las mirábamos hacer y lo que sobraba de Ulises
se nos derretía bajo la ropa. Acariciado
por el último canto de aquellas sirenitas
de alma húmeda el Odiseo que a veces fuimos
se dejaba ir entre las aguas como un paciente,
ya lo dijo Eliot, anesteciado en el quirófano.

Después nos íbamos,
uno tras otro, cabizbajos, buscando
algo no perdido entre las piedras,
dejando atrás los desperdicios de un cuerpo
puesto a secar en el fango de la orilla.


Escrito al reverso de un retrato

Yo sé que hay la soledad: la aldaba
sin puerta, la llamada de Dios
que suena a número equivocado,
la lágrima frente a la ruina. Regatear

el agua
es la soledad y el plato vacío
y el roce tibio de la mano de la panadera
que me niega el pan.

sábado, 4 de octubre de 2014

Selección de poemas de "Retratos mal hablados", Leonel Alvarado




primer amor

no está en el foco de sesenta watts,
delatadoramente rojo, este amor.
no hay que ir a transarlo a esos antros
regentados por los caseros del diablo
ni hay que mortificarse buscándolo
entre encajes de novias indecisas.

otra es su luz,
blanca, cegadora, abundante
como las prodigiosas redondeces de esta mujer
que desde algún limbo se anuncia sin misterios
para que este muchacho ponga a prueba
sus ambiciones de hombría. a través
de la magia intermediaria de cables y botones
ella se le ofrece a la medida de sus ansias.

a puerta cerrada, con el pantalón en los tobillos,
él se afana en una maniobra que si bien es torpe
no deja de ser eficaz. después el cuarto,
la silla y la pantalla, libres
de la urgencia, vuelven a su otra realidad.

ella no se viste para irse. sucede
que esta hembra user friendly
siempre está allí y en otros cuartos
en los que el mismo muchacho
se afana en un ritual
tan antiguo, solitario y enigmático
como la invención del mundo.

viéndolo bien
en su onanismo virtual este muchacho
demuestra que sin la ocurrencia de la costilla
este hubiera sido el único consuelo de Adán.



las diez partes en que se divide un alvarado



su estatura afeitada
me sonríe, su cuerpo recién almidonado
tendido en medio de la casa. con voz firme
mamá pidió que los dejaran
solos en la sala. se cerraron las puertas
y entre altos jarros de agua tibia
se quedó sola con su alvarado.
lo desnudó en silencio y con paños
le limpió las heridas. de los pies a la cabeza
lo recorrió por última vez. tibio
le dejó el corazón
como queriéndolo despertarlo.
ganas de ala
le buscó en la espalda, brotes
de geranio, algún retoño
que la muerte hubiera pasado por alto.
afanada en aguas, no se percató
de que se demoraba más de lo necesario
en aquella cicatriz que tantas veces
le vio al quitarse la camisa. diestra
en cuchillos mansos, lo afeitó con esmero
para no herir más al alvarado
que se le iba entre las manos. sola
con el desnudo
se mordía los labios para no lavarlo
con su llanto. blando
se le iba entre paños que eran adioses
que no querían despacharlo.

a la hora de los almidones
lo vistió con rabia, lo ahorcó
en botones para despertarlo, le metió pliegues
en la costilla para que abriera los ojos
y reclamara a gritos, para que puteara
a esa muerte del carajo que le reventó el pecho.

pero el corazón, teresita, se había quedado
en la yerba. el pecho
era un caserón vacío como esa sala
en la que usted se encerró
por última vez con su alvarado.



incubante

2  

yo no tendría que quererte esta máquina.
puedo bajar a la cafetería, irme a la esquina
con mi vaso de cartón y preguntarme
si vale la pena reciclarlo. pienso en el ozono
mientras tú aún no sabes
de pulmones. yo respiro demasiado. gasto
lo que no tienes. vaya descanse me dice
la enfermera. y no le quito el ojo
al switch, ese dios que aprende a soplar en tus costillas.

use las escaleras en caso de incendio. y qué uso
si la boca de Dios se cansa, si la máquina ve el reloj:
las cinco. y te deja el pecho a medio hacer.
o si a ochenta y tantos kilómetros de aquí
un rayo carboniza el generador. por eso, y me entenderás,
no te quiero tanto máquina, por tu omnipresencia
asustadiza: un cable triste y ¡zas! te mueres.
y no es el soplo en el barro lo que te pido, solo el afán
de tus arterias. que no las parta el rayo, que a Dios
se le olvide la hora de salida
de este paraíso esterilizado.



bolero que sabes a ron

lo que en empezó en la caña termina en delirio. el ardor
de la garganta se vuelve abrazo, confindencia, llanto
y la tristísima revelación de que todos somos hermanos
porque sufrimos las mismas penas. se cuentan
todos los recuerdos que nadie recordará. el bolero

termina en sangre si de pronto descubrimos
que por querernos tanto nos hemos traicionado.
lo que más pronto se hiere es el honor y lo que más
se tiene es ganas de defenderlo, sobre todo
si hay una hembra de por medio. los expertos

nos recuerdan que la ausencia de una enzima cerebral
aumenta la sensibilidad del ofendido. solo
la intervención de una mano un poco sobria
puede evitar que los hermanos se vayan a las manos.
después el abrazo, la bienvenida al que no se ha ido,
las ganas de irse juntos a terminarla a otra parte.

se les ve haciendo piruetas por la calle, hermanos del alma
hasta que la amargura de alguna copa les recuerde que,
por esas cosas de la vida, ya no se quieren tanto.



mínima moral 
o las ocho partes en que se divide el ritual de la mosca bailarina

7

al abrazarte
no sé dónde termina mi piel
ni dónde comienza la tuya. me parece
que hubo poros, que alguien tuvo huesos,
que si hago mucho esfuerzo al levantar
alguna cosa —la silla para descansar
de tu cansancio, las cajas donde pondré
mis cosas tuyas— algo cruje
en tu espalda. en la cervical, me dices,
comienzan a crujir las ilusiones. y entre
aceites y sales te apiadas de mi columna.
paso el día con esta piel, la tuya,
esperando la hora de saber
qué hiciste con mis arterias.
si en la mañana salgo a recoger el periódico
leo que estás dentro
esperándome. abro la puerta y entras
a darme las buenas nuevas. anoche se te vio
desnuda en una parte de la ciudad
que se parece tanto a nuestro cuarto.
entre los dos
te buscamos. algo me dice
que estarás en el patio, donde te viste
por última vez. si hubiera podado las matas
no tendrías dónde esconderte. bajas corriendo
(de alguna nube porque en esta casa
no hay escaleras). yo pongo el radio, tú el café.
recojo las cortinas y el sol
se pasea por el cuarto
con la cola entre las piernas,
da tres vueltas y se echa a tus pies
para que yo lo acaricie con tus manos.


8

A woman in love, wallowing in love;
a cat on roof, howling;
complex proteins swirling in the blood...
J. M. Coetzee

entonces resulta que todo es cuestión de proteínas.
todo este complejísimo asunto en el que uno,
tratando de no hacer el ridículo,
suda, tartamudea, recita versos
no es más que un torrente
de proteínas que comienza en el hipotálamo,
baja violentísimo por todo el cuerpo y envenena
la sangre más rápido y más letal que cualquier alcohol.

una mirada, un roce, un olor
al encontrarse en la acera o al cruzar la calle
hacen vibrar, como un violín recién afinado,
la pituitaria y desencadenan
un trajín de glándulas que trastorna al gato,
alborota al perro y es responsable
de tantos siglos de poesía amorosa.

uno hace lo que puede para mantener la compostura
mientras debajo del dacron de faldas y pantalones
circula el bien portado vocabulario
de los manuales: efecto fisiológico,
función de los tejidos, distensión
de los órganos reproductivos, secreción interna.

pero no hay que alarmarse porque el cuerpo
está protegido por una armadura
de broches y botones, zippers y elásticos,
velcro y cinturones. tantas puertas falsas
para que en beneficio de la buena moral
uno no pueda sacarse allí, a media calle,
esas malas proteínas del sistema circulatorio.


viernes, 3 de octubre de 2014

Poemas a Francisco Morazán

Estatua de Morazán en la UPNFM


Morazán

Por montañas de pinos imposibles…
por valles de verdura impenetrable…
por ríos que paraban hasta el viento…
por calles, por abismos,
por sombras, por inviernos
iba en cascos de rayo tu caballo guerrero.
Y ni la noche vertical de odios…
ni la herida de cauce pavoroso…
ni murallas de espadas…
ni huracanes de pólvora
nulificar podrían tu marcha luminosa.
Llegabas a los pueblos…
te llenaban de escudos todos los corazones…
El Golfo de Nicoya tiene en perlas tus frases
la voz de tus cañones esconde el Momotombo,
es barro de tus botas el oro en el Guayape.
Hombres te acompañaban…
de acero toledano,
de toledano ensueño,
era el sol obediente de tu espada.
Y reían los árboles
y cantaban los niños
y bailaban los héroes de los libros de escuela
y afloraban en canción la libertad
y nacían banderas
y venían soldados
cuando se abría en llamas tu rosa liberal.
Hoy lejos de tu mano
ha crecido tu ejército…
la huella de tus plantas es órbita de astros….
en tu dolor aprenden a quererse los hombres…
es un cielo de lucha la tumba en que te hundiste
Bolívar de los pobres
Napoleón de los tristes.
Y cuando un golpe artero precipitó tu sangre,
cuando tu voz perdióse,
para nacer más honda,
cuando tu espada loca de fulgor
se te fue por los ojos hasta el héroe,
y te perdiste
y te alejaste
y naufragaste
tras un negro dominio de fusiles,
todos te saludamos,
todos te revivimos.
Vivo estás en el bronce…
firme en la miserable carne de cinco pueblos…
erguido en tus heridas…
en el volcán que elogia tu corazón de fuego
y en el hombre que exalta tu muerte con su vida.

Jacobo Cárcamo


*
3 de octubre

Alta es la noche y Morazán vigila.
-Pablo Neruda

Los cañonazos siguen de moda
en la altura festiva.

Abren en la madrugada
de Tegucigalpa, sobre las colinas encendidas
su engañosa flor inocente.

Fecha especial.

Traje belicista.
Campana de explosiones ficticias.

Pero el héroe
sigue solo.

Los pocos que lo acompañan
aún no tienen día que celebrar,
victoria que elevar hasta las nubes.

José Adán Castelar


*
Francisco Morazán

Él es el semidiós de nuestra historia,
que, cual un nuevo Homero, con su espada
escribió la epopeya de otra Ilíada
y se bañó en los lampos de la gloria.

Paladín inmortal que la victoria
a su genio mantuvo esclavizada
y de laurel la frente coronada
vive del pueblo en la feliz memoria.

Luchar con la reacción fue su delito;
fue unir a Centroamérica su anhelo;
mas el triunfo esquivóle al fin la suerte.

Recorrió el viacrucis del proscrito;
y cuando pudo redimir su suelo,
mártir excelso, fue un Tabor su muerte.

José Antonio Domínguez


*

Ante la estatua de Morazán

¡Fue en la postrer jornada! La tarde era sombría;
el sol muriente envuelto en fúnebre sudario,
aún pudo un rayo de oro lanzar en su agonía,
¡La vida al extinguirse del héroe legendario!

Aquel sol a la patria le dijo adiós y al día
viendo que se tornaba un tabor en calvario;
y se hizo la tiniebla; entró la noche fría;
quedó el ara en pedazos; ¡derruido fue el santuario!

¡El sol en el ocaso promesa es de una aurora
que con su lumbre cielos, montes y valles dora
y las más espantosas tinieblas desvanece!

¡Ah! Desde que el sol patrio se hundió con el caudillo,
en la sombra esperamos del orto nuevo el brillo;
y ¡oh Patria! ¡Aún es de noche! ¡Oh Patria! ¡Aún no amanece!

Rómulo E. Durón


*

Al héroe

Para empezar
digamos que no luces tan bien en esa estatua
y da lástima verte a sol y agua
espada en mano
guerreando contra nadie
sitiado por la oscura maleza del vacío
tanta vuelta y revuelta
sudorosas distancias batalladas
todo el tiempo ganado en esos años
¿tan sólo para el manso latido de este bronce?
la realidad
(tu más cierto homenaje)
sobrevive
debajo de las patas de tu potro fantástico
bájate
descabalga esas alturas
dale historia y quehaceres a tu espada.


Pasado presente

Excito a la juventud a continuar mi ejemplo.
-Francisco Morazán

Sólo alcanzó a decir:
"todavía estoy vivo",
y cayó,
haciéndose el muerto.
El pelotón y el cura se cruzaron
una sonrisa de alivio por el deber cumplido
y lo dejaron allí,
embrocado en su sangre, besando el polvo.
Esta vez hubo celebración
en las iglesias y casas de los ricos
(Charfield no podía disimular tanta alegría,
y entre abrazos y palabras alusivas al acto
se sobaba las manos
como si fueran dos fajos de billetes).
Entretanto,
Morazán se curaba las heridas,
reunía a su gente y a todos
los que creyeran que aún estaba vivo.
Preparaba nuevas batallas, escondido,
más necesario que nunca,
en algún lugar de Centroamérica.

Rigoberto Paredes



*
Uno

Antes de niño
(yo era apenas un tic en el vientre de mi madre)
ya se escuchaban voces sudorosas
morazán vigilaba desde entonces
y nadie se atrevía a mojar sus faldones de bronce
ni los perros eximios civilistas.

Pasaron varias décadas
y hoy me siguen dando por pan las mismas tortas
manotadas de ahogado por cerebro
y un rótulo en la frente
sexo lugar mujer todo está en orden
y el corazón me cuelga en el fondo de un polígono
/de tiro militar.

Alexis Ramírez


*

Morazán
1972-1842

General: Neruda dice
que la noche de su país es alta,
pero que usted vigila.
Desde que lo mataron
esos maricas josefinos
usted ha vigilado suficiente.
Desde que lo enterraron
y lo desenterraron
usted ha sido un hombre.
Sálgase ya del bronce general.
Asuma el mando.
Comience a trabajar entre estos pinos
antes que la ignominia se extienda por completo.

Livio Ramírez


*

Estatua-Morazán

Frente al vano reposo yo transijo.
Tu figura: península del viento.
Curso del mar. Sustancia. Padre, hijo
y espíritu terrestre del sustento.

Luz de perfil. El germen que prolijo
levantaste a la altura del tormento,
tiene que ser un sol, pero no fijo
porque la luz se mueve en tu momento.

Como no sé qué hacer para envolverte
con la cintura de la Patria y verte
de tu amor la estatura y su concierto;

desde mi tiempo-antonio te venero.
Y tu vida y tu muerte recupero.
Y estás en la mañana. Y no estás muerto.

Antonio José Rivas


*

Morazán vivo

No.
No estás ahí de bruces
indefenso en el polvo.

Ni se oculta tu estatua
entre los fríos picoteados por los pájaros.

Vives entre nosotros. Trabajas,
tienes sed.
O profundo en el monte
se anudan en tu barba
los hilos de lo trágico.

Cabalgas por la selva
triangulando
el espacio de nuestra geografía.

Miramos tus señales
desde los grandes pinos.
Oímos tus espuelas
arañando el vacío,
el eco de tus botas por los mapas de guerra.

No eres signo escarnio
congelado en la boca.
Ni falsísimo brillo de medallas.
Eres bajo del lodo
una espada continua.
Nuestro honor y destino
que custodian los mares.

Que lo aprendan los jóvenes
y resurja el milagro
del pan y de los peces.

Vuelves de todas partes
desde tu dignidad.
Estás entre nosotros
bajo la misma noche,
repartiendo la luz todos los días.

Roberto Sosa


*

Canto a la encontrada patria y a su héroe
(fragmento)

Así lanzada en el tiempo
con mi canción precursora,
Morazán desgarra mi frente
y su mensaje estampa en ella.
Me basta para saberlo
la voz que escucho por dentro.
Y si multiplicada voy toda
con su humanal presencia.
¿Acaso no eres tú, torrencial Patria
en mí, inexorablemente, desbordada?

Me intriga tu corazón
hermoseado en la historia.
¡Qué inexplorado mundo
 en tu ilimitada pupila!
 Hay que sobrevivirse
pero en la espina dorsal de tu cuerpo.
En tu fabulosa estructura,
habitante de mar y tierra.
Un pueblo de erguidos pinos
te sostiene la cabeza.
¡Capitán de antiguo coraje
que no sabes lo que es derrota!
En tu resplandor está la Patria,
 la Patria de tus milagros.

Eras como la tierra
con impulso vital indestructible…
Esto es Morazán desde el aire,
desde donde lo veo extendido.
Esto es Morazán desde su espada,
desde su sangre,
desde su sueño sin prisa,
desde sus caminos, sus edificios.
Esto es Morazán desde sus pájaros,
esto es Morazán desde su Patria.
Esto es Morazán desde la calle,
desde sus himnos y su victoria,
 desde su cielo y desde sus rosas.
Esto es mi Patria,
esto es mi limpio sueño,
esto es mi canto donde viven las palabras,
esto es mi piedra, mi sol, mi llanto.

Clementina Suárez


*

Sueña Morazán

Si hay más allá que sea hermoso y bueno
para tu gran amor atormentado.
Algo como tu ensueño realizado
en la escondida realidad del sueño.
Si hay más allá que tengas cinco estrellas
bajo tu mando, ¡General osado!
y pasees la vista emocionado
con un solo fulgor prendido a ellas.
Si hay más allá, mi General, espero
que te adorne el ojal de la solapa
un escudo con cinco pebeteros
en campo azul, y vivas prisionero
para no ver tu desunida patria
en hipnótica torre de luceros.

Jorge Federico Travieso


*

De un vecino del siglo XIX

Nosotros tenemos la vida en un hilo.
Se nos acaba el tiempo rápidamente, se nos va
de las manos entre el tumulto del odio
y la malignidad de las sombras.

El momento de confusión y de fracaso,
de eclipse para el hombre.
Con nuestra sangre van a ser sacrificadas
extensas zonas de luz,
la furia de las tinieblas no sólo se va a desencadenar
sobre nosotros, sino también sobre lo que con tanta verdad
y profundidad amamos.

Venimos de un pequeño pueblo levantado
por sencillos mineros
en la inmensidad de los bosques de pinos.

Vamos, pues, a morir a muchas leguas de casa.
Es la hora del tigre y la serpiente.
Los humanos están lejos.

Pompeyo del Valle

miércoles, 1 de octubre de 2014

"Sombra y carne" de Óscar Ordóñez Lastra (2)

"Los pies de Elena"
Contracubierta de Sombra y carne


Segunda parte
(Los materiales de derribo)


2

Estoy sentado a la diestra de Dios.
Y él me habla. Y él me ve.

Me tiro un pedo y él calla.

Siniestramente me cruzo al otro lado
y me tiro otro pedo
—como quien no se da cuenta—
—como quien es inocente—
y él interrumpe su discurso
ya definitivamente.

Comprendo la profundidad del desamparo.
La intensidad del desierto de horizontes
infinitos.

¿Valdrá como imagen del desgarro
del albedrío;
de la búsqueda
de la sombra
del descalabro?



3

Inventario:
Digo luna,
y se desbarranca la altura.
Digo distancia,
y me acechan los negros síntomas de la víspera.
Digo incertidumbre,
y los segundos engendran meses.
Digo silencio,
y me sinfonizan las cigarras de la conciencia.
Digo sombra,
y se me erizan soles en el bolsillo.
Digo carne,
y se me saltan los plomos.
Repito.
Vuelvo a repetir.
Y callo.



7

La rosa de los vientos en la rayuela y mandrágora de tu sexo.

La rosa de los vientos en la rayuela y mandrágora de tu sexo
los muslos al vuelo y tus pétalos palpitantes en sangre,
azabache acuarela en la sombra huraña de la carne,
densos tréboles eléctricos a la caricia y su ritmo
fresa reventada a delirantes abejas
tríptico aurora alga almendra
néctar de las entrañas
derramándose
urgente
miel
en 
mi
boca
          a
                 a
                       a
                             a
                                   a
                                         a
                                              a
                                                    a


10

¿Cómo hacer referencia a la nada?
...
si la palabra nada
en su condición pústula
—desparpajada— de obvia
cimarrona
ya es Algo.
...
un silbido, un desvanecimiento,
una fracción de sombra, del todo
suma de todas las nadas,
de todas las sombras.
...
cólera negra,
escorbuto y kilómetro y alcancía
silueta
pasmo
...
ashusss!



18

1. Colúmpiate
en dulce tortura de empalamiento,
vibrando tensa
sobre el abismo y el vértigo,
rumba 
el rumbo unívoco,
engranada
a mi herramienta desgarrante y segura,
¡sucumbre y revienta!
¡trasiega y silba!
restallante en la elipse de tus nervios,

2. centrifúgate
en profundos fragmentos en el sismo de la especie,
con tus pendones al aire
y tu heráldica frondosa
—frondosísima— y recíproca a los embates,
¡trastórnate!
¡aniquílate!
y reclínate lenta puesta de sol
—con estas imperativas instrucciones—,
esta es tu inteligencia ardiente
—para el gozo de una mujer—

3. estremécete
abierta en pétalos de hélice desquiciada,
¡desármate!
¡derrámate!
con tu más secreta substancia,
con tu más íntima caracola,
con tus profundos rocíos perfumados
de alga bailarina,
tu néctar de origen, ¡emborráchame!
con los códigos de la entraña y sus múltiplos,
con alaridos de sincera bestia,
néctares y alaridos, ¡derrámense!
estallante y muerte extraviada y renaciente
conmigo dentro,

4. y que la serenidad
del pasto peinado por el viento,
—el ondular despeinado de las espigas de avena—
proponga la tregua y el descanso,
con mis manos
sobre tu bosque sudoroso
como un pájaro dormido que se incendiara
durante el sueño.




26

Y si la ves dile que la extraño mucho
pero mucho mucho
y siempre
y si la ves dile que arrastro un fraseo
un frasco
de ecos
de oboes...








martes, 30 de septiembre de 2014

"Sombra y carne" de Óscar Ordóñez Lastra (1)



Si hay un libro de nuestra pos vanguardia que se robó mi corazón es Sombra y carne (1997), de Óscar Ordóñez Lastra. Y quizá sea un poeta y un libro no muy conocidos, y quizá piensen: “Hay tantos nombres ya referentes, ¡qué locura y grosería darle el lugar a un extraño!" Es inevitable: se trata de un hermoso libro conceptual, casi surrealista, con rastros de escritura automática que aborda un intimismo urbano, una ternura tratada con tanta alevosía, con una energúmena manera de entender el amor y el ser que, en fin, son tantas cosas las que podría decir. Hace varios años dejé mi poema favorito del libro POR ACÁ, en esta ocasión, mediante dos entregas, voy a compartir otros textos. En algunos casos son poemas extensos, pero si el libro llegara a caer en sus manos, al leerlo van a sobresaltarse de su extraordinaria belleza.


Primera parte
(El tamagás)



2

También he visto pasar junto a mí
horas caravanas de frases y de locuras,
pensamientos quietos hasta la tortura
desbarrancados y rotos
muertos de vergüenza en el ahora, —en
la duda ciénaga del alma—. Desde luego
mataba el tiempo durante
las tormentas que se atascan en la tarde.
Vi soles púrpuras en la angustia
seres desesperados de brújulas rotas —añicos—
rumbo de los nortes personalísimos
que pueblan los icebergs
y —por qué no— los signos ortográficos de la exclamación.
En busca de la pureza de las piedras negras
a la vuelta de la esquina,
en el fondo de los ríos
o en la curva ridícula de las desgracias
que son las que se hartan.
Una y otra vez,
el ritmo frenesí de las gentes,
el murmullo de las aguas débiles
en sus cauces; —soledades infranqueables
en el chorro de los días,
cuando florecen los alambres
en los postes,
bullicios —panal de abeja— de las señoritas
pulcras y no tan pulcras en las tiendas,
ropa de colores
canasta de frutas, —tripulaciones
que atracaron borrachas
en la última copa del amanecer,
tentaciones con desconocidas que tocan
los portones de la medianoche.
En este calambre de inmensidad se extiende
lo inútil y la extravagancia
que es un paisaje. No
creo que nadie haya olvidado.

He dado tumbos
por las calles en las que reconocí
la luz color escuela o lápiz
de ciertos atardeceres como si fueran otros.
Luz tristeza
luz emboscada luz ceniza
a través de ciertas ciudades inmediatamente después
de la lluvia: —He rondado
bajo la luna llena
bajo luces pálidas
cuando me hervían las venas.
Sin que nadie se percatara
de la ingeniería de mis pasos
en la marea baja de los adoquines y las calles
en las que encallan los contenedores repletos
de pulpa de soles
y cuadernos azules de los locos
y los cuerdos perdedores. Me he debatido
tormentoso en la gran madre
que es la nada. Bebí mares
de inquietud y de tristeza.


3
(Fragmento)

Sé que mi geografía alambrada
que tanto me concierne dado de bruces
desesperada dadas vueltas las costuras en los días y en
las costillas y en las noches en que estás ausente.
Sé que los buques nerviosos
en este mi amasijo de carne y células y huesos,
ligero de pertenencias en este mi estupor
llena la boca de mariposas ciegas
y naranjas en el temblor que me regalas. Sé
que la virgen dormida de tu pie y la arena y la lluvia
y tus manos. Sé que a veces me siento sobre mis
pensamientos
con el fin de esperar rachas de un tiempo azul
de proyectos luminosos y claros en el sendero.
Sé que tu murmullo de bestia y océano.
Sé que tu olor.
Sé que lo sabes.
Llegué a tocar el cielo
que habita oculto tras el otro
detrás de tu pelo
detrás de tu risa
tu universo, el que nos rodea, y mi cielo.

Entonces —yo abismo y tú mi eco— en verdad les digo
que me bailas en las piernas de la resonancia y que
es imprescindible dinamitar los puentes
es imprescindible quemar las naves barrigudas de tesoros
a través de las fiebres (un arco incendiado de purísimo
salto al vacío).
—Mira, mira los ángeles salvajes ángeles rebeldes (mira)
los hipnóticos potentes de cualquier parte en la que estoy
violento y aferrado y obseso
al vientre y al acuario y cintura
delgada como melodía —que nadie diga nada—
de una hembra mayúscula de nocturnos perfumes. Esto es
a veces más lento,
ocaso que los barre —al suave— el viento. Tan hermosa
de sandalias como la bandera de un pueblo del Asia Central
—Este mi deambularte tiene que encontrar
encontrarte busca ¿sabes? entrar en ti
me tienes que me deberás te voy ¿comprendes?
cuerpos amarrados entre olores
ciudad de los mil colores
pero ten cuidado porque esto ata,
no te das cuenta que te persigo hablando desde dentro
de tu pecho
olorosa tierra húmeda cuando duermes
princesa nómada de sandalias y cascabeles
sirena traviesa en la cama revuelta y sus olas
—Soy tuya sólo tuya
haz conmigo lo que tú quieras que yo haré contigo lo que
me estremezca
déjame que te hable de lo que tú deseas
no temas cansarte porque sin edad en mí descansas
¿mil palabras?
dámelas también aquí allá lo peor
que puede pasar besos miradas centellas dichas
es que no pase nada cuídame cuídame
mi lengua es brisa
mi lengua es inquieta en tu pelo en tu piel
yo María bebo de tu aguacero
yo María a la que no abarcas
a la que no espantas ten fe

Ojos color aceite tormenta la llamé
y vibré por ti mujer en lo otro
lo salvaje
dicen que cínico viví hasta los espasmos.

He sido he visto
reventar en mí —abanico de plumas— en la hélice del gozo
el animal sagrado de mi obsesión azul
y carne;
con el profundo corazón de la madera
crepitando combustible en la chimenea,
en aldeas secretas y calmas
de bollos frescos y sierras nevadas. Embriagados
al perfume de oscuras glándulas
y sábanas en habitaciones herméticas al paso de los días
y el teléfono;
en la ternura de los desayunos
—como niños recién despertados—
a la fascinación de los contrarios
y los más inesperados ángulos del cuerpo.
Mi esposa y mi sangre
mi alimento.
Será porque yo sólo sé mencionar las rocas
que toda noche trae despeñadas en un gesto.
Será porque tú ríes de alegría clara
con el cuerpo de alegría clara en los ojos
cuando logras embellecerme. Será porque antes
en y después del bicho el encanto nos sobrevive
como un deudo.
Será porque yo te creo el peligro y tú
me revelas el rescate. Porque se dice imposible
como si fuera un crimen. Porque sé que te conozco
desde hace varias vidas en esta o
en aquella.
Porque te cuelgas del aire contrayendo los dedos
de los pies desplegadas tus piernas en los extremos
de mi compás.
Porque no hay nada comparable
a que te palpite rojísimo el centro.
Porque no hay nada que hacer (esto es lo que hay)
una vez probado tu sangre es mi sangre
mi sangre es tu vida por eterna tu sangre
este imposible imposible
porque puedo pero no debo
porque debo pero no sé.


 5 (*)
(Fragmento)

La piel dispuesta como un piano,
el paladar una ventana,
mar y señal el perfume que va y viene,
ríos furiosos los ojos, caballo desbocado
tras los sentidos qué te quedo?

ebrio de repercutido y penumbras
bestia y viaje, árbol y temporada.

—Con el corazón en la boca
qué fiebre no has contenido?

Astillas el pensamiento al filo
de lo prohibido y su acantilado inmóvil,
la altura se mantiene quieta
en su contemplación de toda caída.

—Completamente derramado en la memoria
escarbas.

Gabriel, cuenta hasta diez
un puñado de segundos sin toser.
Y dame, un paisaje irreparable
un solo nocturno agitado,

justo en el ombligo de la nada.
Un paisaje desesperado,
de esos que pasaron por ti
instinto y navaja.

En busca del ángel que sabes
te observa oculto detrás de cada palabra.

Azul, de sonreír.
Es de tu propio pie la huella,
de tus batallas esas ruinas,
esas aves carroñeras que círculo eterno
remolinean sobre tu cabeza,
y sobre tu retirada
hacia lo imposible.

Donde se balbucea sangre y huesos
lo que tuerce los senderos;

acurrucado, en una esquina
la culpa de todos y de nadie.

La razón de tu estancia indefinida
entre los muros de este castillo de voluntades
rotas.

En los arrabales del cerebro
vueltas y más vueltas.

El tanteo de los eclipses,
el perfil de las derivas;
y es que perverso es tan sólo un nombre
palpitante de selva y carne y sombra
y cielo y mujer y estrella,

en fin, cualquier barranco
cualquier noche,

un paisaje irreparable Gabriel
casi urgente, casi.

—Completamente derramado en la memoria escarbo.

Fue entonces que sentí
a cambio de este completo despojamiento
—las mareas que nos comunican
los naufragios—,
las renuncias y los abandonos.

Algún día —seguramente— estaré
en una habitación pequeña de escasa,
de mi periferia angosta
más allá, casi tan acá, opino yo

nacer en mí,
naciones alegres de multicolores pabellones
y lenguas de substancias sólidos
como la piedra que afilada corta el aire,

recias y vigorosas como la épica
de verbos de bruscos movimientos
como el norte y sus vientos

Madrid barro cocido vivo
cintura estrecha de ladrillos rojos

—Ahogado y con los ojos abiertos
de tanto recuerdo y alboroto

Tegucigalpa D.C. y mi cantina substantiva
de agonía lenta

—o ese agujero
que resume todo en todo lado
sin notarlo nadie nadie

Naciones errantes y guerreras
despellejadoras por las estepas
por el tiempo y tupidas selvas
de —negros perfumes—
y animales escandalosos; bebedoras
y guitarra, de canciones en el fragor
de las batallas.

Una habitación escasa, dije,
pero también—
de paredes insoportablemente blancas.

El desconsuelo puede convertirse en un
pañuelo

—para conciliar el sueño me sería necesario
conocer el aullido de todos los perros
de la noche—.

Sentí razas,
pueblos al borde del mar
orgullosos de poderosas armadas flanqueadas
por los delfines en los golfos; pueblos
de perdidas inocencias
con vocabularios y leyendas
espesas en los pergaminos,
al filo de la primavera
OH! Vida
piedra angular de la pirámide del sol

Un crayón
la muerte o
algo así, como tener un muy buen dormir
—el chirriar de los columpios y cigarras
en los días largos del verano—

Y la imagen inundada
enervante entre mis cejas
porque a veces me acuerdo de ella.

Y festivas
bajo la luna llena y pasión violenta
y chispas del adulterio entre los dioses
de arcilla

¡Porque la sangre es vida!

A ras de conciencia esta charca
este dolor sordo que me carcome el alma
que debe ser mueble

tan mío, tan sólo mío, que no se olvide
el equilibrio que pase a cuchillo.

Gentes danzantes bajo la cortina de las tormentas
razas de ángeles caídos de lejos de las arcadias,
despiadadas en las búsquedas y
radicales en las religiones
de sal y mercurio,
sangre y fuego.

A ras de conciencia
ese toldo agujereado
refugio de los mendigos
bajo la lluvia desolada
de los días idos,
bastón de los por venir.
Porque a veces me acuerdo de ella
un invierno gélido de frío por dentro
frío por dentro
frío por dentro
frío por dentro

He participado, concluyo,
en la fundación —a través del amor,

la que turbulenta la angustia
que me palpita,

de la ciudad de los hombres comedores
de corazones, la ciudad de los hombres
de voz articulada,

la que intenciona el tiemblo
que me vibra,

la ciudad de los comedores de flores
y los contadores de luz,
la ciudad y la memoria
de los viajeros de la noche,
¡los bebedores de sangre!
en el cuenco del tiempo
y de los cuerpos y de las almas

la que orgasma
el nombre que me escarlata

siempremente asombrados
los ojos como platos

ante lo oceánico inconmensurable
y cambiante del cosmos
y su misterioso atanor,

en la desconocida,
en metros cúbicos de paisajes vibrantes
en las mujeres lejanas y perplejas
que siento pasar a mi lado
como un viento ciego.

¡traductores de la esfera!
¡los fumadores de polen!
¡los que meamos al pie de la Cruz!

Erguido en los escombros,
en los salvaje agoto mi cuerpo que es mi tiempo.

enemigos a muerte
de los que dicen OHH! mi espíritu
OHH! mi paz y mi equilibrio
y OHHHH! mi armonía de papel regalo.

Un día de paredes insoportablemente blancas
mucho tiempo es Ayer,
porque a veces me acuerdo de ella,
ceniceros llenos de colillas,
una alcantarilla que me nace y muere
en el mismo sitio, una alcantarilla
que me desemboca en el mar.

Yo, Nosotros los comedores de corazones
plenos de la raíz a la estrella
de lo bello inocente
de lo bello terrible
del minotauro y su estigma de flor roja
y sombra.

¡Por fin en el umbral de los cuarteles
y de los manicomios fui informado por fin!

acerca de la composición del plasma
en los cuerpos poéticos
y los vasos comunicantes con lo real,
su cuadrante, su ánfora tan antigua
como la mitad del tiempo.

En esta mi trayectoria
de la bacteria al ángel,
aunque para mí el horror es tan sólo un espectáculo.

Tengo motivos para una poderosa alegría.

Aunque,
mi documentación es escasa
pero mi saber crispado, considero
imprescindible
el conocer donde volver

aunque el regreso sea
—en todo caso—
IMPOSIBLE!!!



(*) Los subrayados en rojo son fieles al diseño del libro.