jueves, 3 de diciembre de 2009

Poemas de "La otra cara del sol", Amanda Castro





4

Libertad
la piel de una caricia
y la locura de tus costas
no los hombres ciegos

El odio ha arrancado de los ojos
la retina y el amor se ha dormido
Todo parece triste
triste con la tristeza que sólo aquí
puede verse
triste como mar hecho desierto
las algas muertas
triste como cuando se nace sin amor
y se muere sin conocerlo
Todo se ha reducido
a un odio
la tierra duele como cuando se pierde
la niñez
     o la virginidad


6

Café negro y fuerte
tegucigalpa detrás de un espejo
moviéndose a medio-día
como-sin-voz-s
De vez en cuando una señal
de naufragio
otras sólo la muerte
Parece que todo está desesperado
escondiendo la ternura
detrás del recibo de la luz
Del sol sólo nos queda
este sofocante calor
revés de la esperanza

De vez en cuando
van a la montaña
y sueñan


9

Todos los pormenores
de la angustia se disipan
en tu verso
igual que castillos de arena en el mar

Después
cuando la tarde invade las cosas
se ve la otra cara del sol
todo se queda quieto
igual que las estrellas
todo parece triste y no lo está

Todo leyéndote
la historia entre los brazos
desenterrando algas de tu pecho
bebiéndose
tu savia de molusco


*
a Alexis Ramírez

Con el conque de leerle poemas
me iba arrimando a su costa
hasta que llegó el día
—levar anclas—
y comprendí que se trataba de un bello puerto
—lo de divino, era verdad—
el tiempo pasó corriendo por la ventana

Ni siquiera tengo el pico
como el de pichi
pero algún día
el menos pensado
encontrarás en mis alas algo de su color
ya para entonces
los dos seremos el mar