jueves, 20 de febrero de 2014

Arthur Rubinstein: Chopin Piano Concerto No. 2 In F Minor Op. 21 (Larghetto)

"I'm crying like I rubbed Thai chilis in my eyes." 
A. P.





viernes, 14 de febrero de 2014

Intertextualidad en la novela española contemporánea escrita por mujeres





En mi época de estudiante, escribí un ensayo con el que aprobé el taller "La novela española contemporánea escrita por mujeres" que impartió la doctora Candice Bosse en el año 2010. Durante el curso leímos algunas novelas, entre ellas Amor, curiosidad, prozac y dudas (5/10) de Lucía Etxebarría, Alivio rápido (6/10) de Silvia Grijalbo, Los placeres de Anastasia de Anna García (5/10) y Planeta Hembra (7/10) de Gabriela Bustelo. Hace poco un amigo me preguntó si conocía algo de literatura femenina en español y, entre otras cosas de mayor peso, le compartí el texto:

Como en este ensayo lo que interesa evaluar son ciertas características de las novelas Amor, curiosidad, prozac y dudas (Lucía Etxebarría), Alivio rápido (Silvia Grijalba), Los placeres de Anastasia (Anna García) y Planeta Hembra (Gabriela Bustelo), vamos, primero, a centrar algunos rasgos particulares de la narrativa que se escribe, en general, desde el inicio del nuevo siglo XXI (...) 


(...) Y es que con el arribo de la modernidad, los productos se expanden y de esa forma las comunidades imaginadas crecen, con la necesidad de ampliar sus culturas de consumo. Lo que se trata de decir con esto es que la gente ya no quiere leer lo mismo que se leía hace treinta años, ese nexo con el pasado se ha vuelto cada vez más fino y más bien ha crecido la necesidad de explorar tiempos que aún no han llegado y desconocemos. Sin embargo, esto no se produce en el vacío: de alguna forma, el público lector se ha visto obligado a censurar sus gustos, o mejor dicho, a enfocarlo hacia nuevas palestras. Claro es que un público que ha padecido el proceso de amnesia obligatoria producido por las diferentes sectas políticas, durante el proceso de consolidación de la democracia, ha visto un cambio involuntario en sus gustos, lo que causa que su memoria personal, ya sea  por cuestiones de edad y de falta de referentes históricos, se construya o desarrolle sin conexiones con las generaciones pasadas. En resumen, aquellas y aquellos que no conocen o mejor dicho no vivieron el pasado español y a los que, desde un escepticismo total hacia los grandes discursos ideológicos les importa muy poco, en términos políticos, lo que haya ocurrido durante los últimos sesenta años de la historia de España, prefieren un avance hacia nuevas manifestaciones, alejadas de todo ese contexto político-romántico y reivindicador que rodeaba la literatura de esa época.
Por ello, si hablamos de características torales en cualquier manifestación artística contemporánea, nos referimos a mezcla, exploración, polifonía, fragmentarismo, intertextualidad, pop, Internet. Esto, sin embargo, no supone el desplazamiento de otras características formales y de estilo o temáticas en las obras, sino más bien una fuerte unidad de rasgos que potencian los universos creativos e interpretativos.



jueves, 6 de febrero de 2014

"Entrada al campo". Sobre el cierre del Ministerio de Cultura en Honduras



Héctor M. Leyva (*)


En las narraciones de los supervivientes de los campos de concentración se cuenta que los prisioneros eran despojados de todas sus pertenencias, sus objetos de valor y sus vestidos cuando ingresaban. No se explica cómo después algunos de ellos lograban hacerse de lápiz y papel, de crayones, de una dulzaina o de un violín para hacer arte con lo que engañaban el tiempo que les separaba de la muerte.

No me parece muy diferente la situación que se vive en Honduras. El país entra de la mano de ambiguos personajes y como consecuencia del golpe de Estado en la condición de un enorme campo de concentración. Para Agamben el campo es el lugar donde el hombre queda reducido a un ser biológico, a vida desnuda, despojada de todo derecho y a voluntad de los detentadores del poder y de la fuerza. No otra cosa es la que parece estar ocurriendo aquí cuando vemos burlado el orden jurídico e institucional y sometida la población a los intereses de pequeños grupos. La incertidumbre por la vida es el sentimiento general, en el sentido de que se halla a merced de la ambición de los criminales que no se encuentran ya solamente en las calles o en los negocios sino en los edificios públicos.

La última noticia es que el nuevo gobierno ha decidido desmantelar las instituciones de cultura bajo el argumento de la necesaria eficiencia del Estado. En la práctica esto supone desbaratar la frágil arquitectura que se había levantado para amparar y promover las creaciones del espíritu humano en este pedazo de tierra. No de otro modo pueden entenderse las artes plásticas, la música, el teatro, la danza, los libros, las bibliotecas, los archivos, los museos, las tradiciones populares, los sitios arqueológicos e históricos, etc.

Si antes era patética la situación de estas instituciones, cuyos presupuestos las condenaban al desahucio, ahora puede esperarse que desaparezcan. El nuevo gobierno hace suya la tarea de desembarazar a los hondureños de sus derechos culturales.

No cabe duda que aun desnudos de ropaje institucional, los creadores y promotores culturales seguirán haciendo su trabajo quizás ahora con más ahínco que antes, pues el arte y la producción intelectual siempre se han visto favorecidos por los tiempos difíciles. Pero no podrá dejar de lamentarse que los objetos del pasado, inermes e indefensos como son, queden ahora completamente a merced de los criminales. Podemos decir adiós a los documentos y los testimonios históricos, a las edificaciones antiguas, a los tesoros arqueológicos y a todo eso que llamamos vestigios del patrimonio cultural.

En lo que viene podrá pasar como a los judíos en los campos, que algunos iban a conseguir hacer arte pero ninguno se libraría de que le arrancaran sus objetos valiosos, las joyas familiares o religiosas, incluso los empastes de los dientes, por pequeños que fueran, con tenazas...


--
(*) Escritor, ensayista e investigador hondureño. Doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Complutense de Madrid. 
Profesor de Literatura en la UNAH.