Sin embargo, a medida que pasaban los días, vio que no bastaba con palabras perogrullescas y/o pomposas, así pues no tuvo otra salida que arengar a la tropa de pelafustanes que lo acompañaban.
"¡POESÍA O MUERTE!" gritó entonces un voluminoso Vikingo; "Autosugestión o muerte", cantó un músico ecologista; "Sueños realizados o muerte", susurró un delgado David con talla de Goliat; "Utopía o muerte", escribió en los baños el Poeta.
Sólo entonces empezaron a trabajar a pierna suelta.
Y ahí siguen, convencidos de que deben vivir para aprender y aprender para vivir (mientras la poesía se impacienta en los cuadernos). "¡Muy fácil es hablar y muy difícil hacer, muy fácil es destruir y muy difícil construir!" -exclama de vez en cuando el Poeta-, no apesadumbrado sino feliz de estar en el bando de los que empujan, de los que dan la cara, de los que todavía sueñan...
"¡POESÍA O MUERTE!" gritó entonces un voluminoso Vikingo; "Autosugestión o muerte", cantó un músico ecologista; "Sueños realizados o muerte", susurró un delgado David con talla de Goliat; "Utopía o muerte", escribió en los baños el Poeta.
Sólo entonces empezaron a trabajar a pierna suelta.
Y ahí siguen, convencidos de que deben vivir para aprender y aprender para vivir (mientras la poesía se impacienta en los cuadernos). "¡Muy fácil es hablar y muy difícil hacer, muy fácil es destruir y muy difícil construir!" -exclama de vez en cuando el Poeta-, no apesadumbrado sino feliz de estar en el bando de los que empujan, de los que dan la cara, de los que todavía sueñan...
Edgar Allan García