Lo más hermoso para los que han combatido
su vida entera,
es llegar al final y decir: creíamos en el hombre y la vida,
y la vida y el hombre jamás nos defraudaron.
Así son ellos ganados para el pueblo.
Así surge la eternidad del ejemplo.
No porque combatieron una parte de su vida,
sino porque combatieron todos los días de su vida.
Sólo así
llegan los hombres a ser hombres:
combatiendo día y noche por ser hombres.
Entonces,
el pueblo hace sus ríos más hondos
y los mezcla para siempre con sus aguas.
Así son ellos, encendidas lejanías.
Por eso habitan hondamente el corazón del ejemplo.
Otto René Castillo
(Guatemala)