lunes, 24 de marzo de 2014

El carrusel de (69) delicias de M.D. Aguilera




"...interrogar nuestra propia y descreída mirada, indagar si podría sustraerse un instante a sus resabios, sus fatuos sarcasmos y descubrir imágenes capaces de desafiar el cataclismo psíquico y antropológico que representa un aprendizaje sexual como el actual, visualmente basado solo en la pornografía. Desde esta perspectiva cabe acercarse a Carrusel de (69) delicias. Y también desde todas las demás."








Para acceder al carrusel: http://mdaguilera.net/es/password.php
Password: maithuna

sábado, 1 de marzo de 2014

Un poema de José Adán Castelar







* * *

¿Qué es caminar juntos si no el largo camino
que emprendemos entre el riesgo y la tarde?
En la breve eternidad del corazón, las despedidas
lo van dejando solo, solo, solo, hasta
que un día él escucha la suya,
más con nostalgia que con horror.

La felicidad
es la supervivencia entre la sombra que llega
y la luz que cae. Y partir. Siempre parte alguien.
Queda un pecho vacío como casa abandonada
por su único habitante, por los encuentros
humanos de pronto idos.

Experimentar, he aquí
el alud de sal en la noche secreta, el luto
interior que las campanas extienden
sobre el campo, el ¡ay! solitario
que el tiempo se encarga de apaciguar
como si la ausente hubiese prometido volver,
quedarse entre los suyos como antes.

Ah, el amor coronado de luces fortalecidas
por los años que vuelven vivibles
esperas y sombras.

Ah, el amor siempre
puesto a prueba por los hilos de araña
del sueño y por las amplias batallas
de la cotidianidad.
Amar, nunca tiempo futuro sino ahora. Y aunque
en el futuro los términos acechan, cada día
el enamorado vive dos siglos
y cada día es el instante del que ama.

Ah, el último adiós, cómo deja solo al corazón
en mitad de la noche, cuando las preguntas
son blasfemias o respuestas como tumbas
o barcos.

Porque llega la doble
estación del reencuentro: cuando la yerba
es como la puerta por donde entra un pájaro
o un ser humano parecido a otro ser humano
que vuelve al amor y al hogar, entre los remos
rotos, concluido el viaje. Y el fuego,
otro.



José Adán Castelar