viernes, 27 de marzo de 2009

Sobre lo sublime

Hoy después de salir del taller de estética, venía pensando sobre todo lo que ahí se había hablado. Sobre todo por esa concepción de "contemplación positivamente infinita", tres simples palabras que me hicieron entender un poco más al casi inconceptualizable amor. O, mejor dicho, terror.

Amor, terror, o lo sublime; que vendrían a ser lo mismo, ese objeto con respecto al cual somos físicamente débiles, mientras que moralmente nos eleva por encima de él, por medio de las ideas.

martes, 10 de marzo de 2009

"Mi reunión con Zelaya"


Algunos han preguntado en qué paró el encuentro con Zelaya que el Comandante mencionó en la reflexión de ayer miércoles 4 de marzo.

Lo vi. No me quedaba otra alternativa. Inventé el tiempo.

Estoy obligado a decir el máximo en pocas palabras o no decir nada, y no siempre puedo.

Acabo de hablar, en síntesis apretadísima, sobre Juan Bosch, la expedición contra Trujillo, los dramáticos episodios protagonizados por los revolucionarios dominicanos, quejándome de que la historia real no se ha escrito todavía.

Hoy temprano recibo otra carta de la periodista Daily Sánchez Lemus, del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, que quiere escribir la historia real de José Ramón Mejía del Castillo, Pichirilo. Me pide datos que el gran maestro del periodismo cubano Guillermo Cabrera Álvarez conoció por mí, relacionados con quien fuera entre los revolucionarios, uno de los más audaces dominicanos en la lucha contra los invasores yankis.

Le escribiré a Daily contándole lo que conozco de él.

Para no extender demasiado esta reflexión, responderé telegráficamente lo que se pregunta sobre el encuentro con el Presidente de Honduras.

Es muy joven. “Solo 4 años en toda mi vida puedo ser Presidente de Honduras. Pertenezco al Partido Liberal; mi país es muy conservador, comenzando por el propio Partido en que milito”. Escribo sus palabras casi textualmente, tal como las percibí. Cualquier error es responsabilidad únicamente mía.

Eso no le ofrece al líder de un país ni siquiera un segundo, en busca del Estado Eficiente, que cualquier sociedad necesita hoy más que nunca, sentencié.

Es sin duda un hombre bueno, con fuerte dosis de tradición e inteligencia asombrosa. Su voz en la tribuna es trueno, en la conversación personal, discreta y de acento familiar.

Su clase social desciende de los primeros españoles que poblaron el corazón de la antigua civilización Maya. Como en todos los demás territorios conquistados con sus caballos y espadas de acero, tomaron posesión de la tierra.

Las familias se trasmitieron las propiedades a lo largo de siglos. Cuando llegó la hora de la independencia en Iberoamérica, constituyeron las oligarquías, que fueron dueñas de los nuevos países independientes.

En Centroamérica el curso histórico estuvo determinado por el recién nacido imperialismo yanki, que intentó apoderarse directamente de sus territorios.

De la lucha por defender la soberanía surgieron extraordinarias figuras históricas.

Francisco Morazán, legendaria personalidad centroamericana, era de origen hondureño y fue elevado a la Presidencia de los estados de la región. Gobernó 10 años. Zelaya lo define como un hombre de pueblo, que no pudo estudiar en la universidad, pero dotado de una inteligencia excepcional, que simbolizó la lucha de sus pueblos.

Entre esos Estados estaba Costa Rica. Allí sin embargo fue traicionado por la más rancia derecha que instrumentó un golpe de estado y asesinó a Morazán. Zelaya prometió enviarme libros que ilustran la historia de este singular héroe centroamericano.

Zelaya, como los demás de su clase social, realizó sus estudios en escuelas religiosas. Si a mí, en condiciones muy diferentes, me correspondieron los hermanos de La Salle y los Jesuitas, a él lo enviaron a los de la Orden de los Salesianos.

Procedente él de una familia de rancio abolengo, lo educaron en la religión cristiana, que constituye la base de sus sentimientos actuales. Como Hugo Chávez, encontró en las ideas de Cristo la fuente de inspiración que alimenta su concepción de la justicia; no pueden acusarlo de marxista o comunista.

Sin embargo, me cuenta: “Cuando viajé a Cuba la primera vez, apenas iniciado mi periodo de gobierno, me trataron como el peor de los enemigos. No me perdonaban que le pidiera excusas a Cuba por haber sido Honduras país de entrenamiento de invasores. El gobierno de Estados Unidos consideraba que yo debía ser destruido por esa conducta”.

Para Zelaya, “el sistema capitalista es la más repugnante concepción de la justicia que pueda albergar el ser humano”.

Le pregunté por la extensión de Honduras. “Alrededor de 112 mil kilómetros cuadrados” respondió. Cuba posee casi exactamente igual, comenté.

¿De ellos cuántos son de pinares? vuelvo a preguntarle. Hizo cálculos: “50 mil”, me dijo. ¿Cuántos pinos por hectárea? “mil pinos” ¿Cuántos metros cúbicos por pino? “Uno y medio calculándolo conservadoramente” Producen, por tanto, alrededor de 1500 metros cúbicos por hectárea. ¿Cuánto pagan? “Doscientos dólares, más o menos”, esto significa que ustedes recibirían apenas 300 millones de dólares por año. No alcanzaría casi ni para cubrir los costos ¿Por qué hay que exportar la materia prima en bruto? Ellos, a principios del siglo pasado, exportaban las casas en piezas, a precios elevados. Mi padre compró una de ellas en la que vivía la familia.

Zelaya es un hombre que sufre profundamente los abusos del imperio.

“Somos productores de café. La cosecha crece año por año” ¿Cuánto de ese café ustedes industrializan? “Ni siquiera un 10%” respondió. “¡Ese es un verdadero abuso!” le dije, ellos cobran el café tostado después, decenas de veces más caro.”

En un momento de la conversación me contó que ellos subsidiaban su agricultura y vendían después los granos más baratos, reduciendo los ingresos de los agricultores hondureños que perdían los mercados. Citó el ejemplo del maíz que los mayas usaban como su fundamental fuente de alimentación. Hoy ni siquiera el sector campesino podría vivir de ese cultivo.

A través de su pensamiento podía apreciarse su profunda aversión al sistema económico de Estados Unidos.

De repente recuerda con orgullo la cultura del pueblo maya. Me cuenta que los años de aquella cultura eran más exactos que los años del cristianismo occidental. “El mundo actual utiliza el sistema decimal, los mayas poseían un sistema veintesimal, dos veces más exacto”. Realmente, por primera vez en la vida había escuchado ese detalle, la ventaja de utilizar dos más cero en vez de uno más cero. Me prometí a mi mismo informarme un poco más sobre el tema.

En ese momento Zelaya expresó su entusiasmo por disponer Honduras de un lugar como Copán donde se conservan con más pureza los restos de cultura maya, sus símbolos de piedra, esculpidos con singular arte. En ese instante prevalecía en él su mentalidad de estadista, que piensa en términos económicos. “Medio millón de turistas visitan ya Honduras cada año. Muchos norteamericanos vienen, interesados por esa cultura y la autenticidad de esas reliquias históricas”.

De repente, baja el tono de su voz y me confiesa: “lo malo es que los mayas no conocían los metales, vivían en la edad de piedra, por eso nos conquistaron” me dijo con tristeza.

Yo ignoraba que el 19 de julio de 1980, mientras hablaba a una multitud de nicaragüenses y centroamericanos en la plaza de Sandino, un joven hondureño de 17 años y futuro Presidente de Honduras estaba entre ellos.

Así es el hombre con el cual me reuní.








Fidel Castro Ruz
Marzo 5 de 2009
2 y 3 minutos p.m.


viernes, 6 de marzo de 2009

Un poema de Ángel González

Me basta así

Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso-;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia luz,
y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo constelaciones:
existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta. )


(de Poemas)

lunes, 2 de marzo de 2009

Cinco poemas

(Clementina Suárez)
COMBATE

Yo soy un poeta
un ejército de poetas.
Y hoy quiero escribir un poema,
un poema de silbatos,
un poema de fusiles
para pegarlos en las puertas,
en la celda de las prisiones,
en los muros de las escuelas.
Hoy quiero construir y destruir
levantar en andamios la esperanza.
Despertar al niño
arcángel de las espadas,
ser relámpago, trueno,
con estatura de héroe
para talar, arrasar
las podridas raíces de mi pueblo.


(Juana Pavón)
NOSOTRAS: ESAS SUJETOS


Una, dos, cien, miles
así vamos las mujeres por aquí
aquí donde nos tocó pernoctar para siempre.
No importa lugar ni apellido
definimos nuestra situación
desde hace mucho tiempo.
Hemos aceptado el papel que nos corresponde
no importa el status.
Estamos las privilegiadas
y las no privilegiadas
Estamos:
la funcionaria porque funciona
la obrera por obrera
la madre por madre
la estéril por estéril
la dama por dama
la prostituta por prostituta.
Hacemos maniobras con el tiempo
ligadas a esta inercia
que llamamos vida
porque siendo mujeres
tenemos que aceptarlo
porque son leyes para mujeres
hechas por hombres
¿qué más nos da?
Las habemos flacas y gordas
unas por tomar agua de masa
otras, por tomar leche y cereal.
El día de la madre
a unas nos da frío
a otras nos da calor,
el día de la mujer
a unas nos da risa
a otras satisfacción.
Estamos las poetas académicas
y las poetisas de la calle.
Estamos las que vendemos rosas
en una floristería elegante
y las que ofrecemos claveles
en una esquina de banco.
Nosotras, que somos anónimas del amanecer
y nos-otras burbujas de hambre
nosotras somos esas – a la que se nos vende
y a las que se nos protege
hasta los ochenta años.
Somos la esposa ignorada
en un centro nocturno
y la sirvienta seducida.
Todas somos nosotras
a cada quien lo suyo
así fue repartido
sin ponernos a escoger.
Estamos las amargadas
y las indiferentes
las antisociales
y las socialísimas
las que damos de comer a nuestros hijos
en cucharita de plata
y las trágicamente miserables
que damos nuestros vástagos
a engordadoras y traficantes de niños.
Nosotras las que siempre callamos
y esperamos
las que tenemos motivos para gritar
y no esperamos nada.
Estamos las saludables
porque tenemos un gato en casa
y estamos las enfermas
por una existencia solitaria.
Somos muchas las que bebemos champagne
y muchas las que bebemos guaro
las primeras fondeamos en cama
con sábanas de seda
y las segundas
en una escondida acera húmeda.
Estamos las feministas asociadas
y las lesbianas reprimidas
muchas asistimos al Catecumenado
y otras levantamos los ojos
para ver a Dios.
Así vamos todas nosotras
nosotras, esas sujetos
todas somos mujeres indestructibles
nada nos detiene
no importa si somos abogadas
si somos verduleras
médicas, tortilleras
maestras, campesinas
teatristas, pintoras
esposas, amantes
primera dama
o última dama.
Un vientre nos une a todas por igual.
Somos las que motivamos
todos los sentimientos
ternura, delicadeza... amor
aunque haya en cada una de nosotras
una gata furiosa
o una gata sumisa.
Somos las que estamos paradas en el tiempo
y latimos... latimos... latimos!
somos río, mar
jungla, sol
luna y pulmón
¡somos patria!
- Yo siempre he pensado
que Honduras tiene nombre de mujer –


(Sara Salazar)
PATRIA


Patria,
páramo erial
carnes fláccidas
niños de cantos sucios
y lágrimas prematuras
surcando mejillas infantiles
suburbios malolientes
moscas y basura
burdel y estanco
mujeres desgreñadas
perros famélicos
que arrastran en débil esqueleto
garrote y cárcel
explotación y exilio
temor y hombres frustrados
a todo esto aquí
le llaman Patria.


(María Eugenia Ramos)
UNA LARGA PLAYA



... la larga playa de la espera...
Gioconda Belli


Hermanos, de ustedes
yo no conozco nombres,
ni la forma de andar,
ni los amores grandes o pequeños.

Sólo esta muerte,
esta estrella incendiada
que me arde desde lejos,
esta ola de sangre
que me empuja
contra los arrecifes
de tiempo y agua.

Estoy aquí,
obligada a guardar la verdad
avariciosamente
para mí sola,
aunque ustedes me enseñaron
que es necesaria para todos
como el pan
y la luz de los domingos.

Siempre nos han vendido promesas.
Al fin hemos aprendido
que la felicidad tiene su plazo.

Con la sangre de ustedes
hemos pagado la primera cuota.


(Amanda Castro)
POEMA VI

A veces éramos sólo rostros
de niños desamparados
desenhebrando sus misterios
en lienzos y palabras.

Niños
de sueños
aterrorizados
con la sangre seca
regando los caminos
de nuestros párpados rotos.

Aterrorizados por la ausencia
de los que partían sonrientes
por las mañanas
y a quienes
sólo volvimos a ver
en las pancartas de las plazas vacías

Y por las noches
cuando se aproximaba
el coche negro
se nos congelaba el aire
en los pulmones.
Quizá por eso
no tuvimos tiempo para caricias...

Salvar la vida
era aprender a callar
aprender a correr
a mentir
a olvidar

a morir.